La Falda dio la sorpresa al vencer a Barracas por 82-71 en el comienzo del torneo Oficial, tras el receso invernal. Con un gran trabajo defensivo, entrega y goleo repartido, el dueño de casa se terminó quedando con el triunfo. Fernando Alfonso (18), Iñaki Otamendi (16) y Gustavo Cruz (14) fueron los más efectivos por el elenco ganador; mientras que Stéfano Barba (14), Gastón Diomedi (14 y 13 rebotes) y Mariano Trellini (12) sobresalieron por el visitante.
¿Lo tenían a La Falda? Si uno se apoya en las estadísticas y en los antecedentes entre ambos equipos, indudablemente muy pocos vaticinarían el resultado final. Pero los dirigidos por Sebastián Aleksoski demostraron que trabajaron mucho durante el receso. Plasmaron una buena defensa individual desde el comienzo mismo, equilibrando el trámite del encuentro. Barba (7) se perfiló como el máximo exponente en la ofensiva visitante para crear los espacios necesarios para los rompimientos de los perimetrales; aunque Alfonso (4) primero y luego Mondón (4) marcaron el rumbo del ataque del dueño de casa para cerrar el primer chico igualados en 16.
Luego de algunos lanzamientos de Marco (6, 2/3 T3), Barracas insinuó un despegue. Pero solamente quedó en eso y ajustando aún más el trabajo defensivo, principalmente sobre Barba (0/6 T2), La Falda inclinó la balanza a su favor y controló los ritmos del juego. De la mano de Cruz y Alfonso (8 entre ambos) en ataque y fortaleciendo el tablero propio ante la escaza efectividad del rival (3/18 TC); fue que cerró con un parcial favorable de 11-1 y se fue al descanso largo 33-26 al frente.
A la vuelta del vestuario, el local mantuvo su intensidad y siguió al pie de la letra el plan. La defensa continuó siendo vital, neutralizando las variantes ofensivas que presenta Barracas, además que Alfonso (6) y Cruz (7) le impusieron una pizca de garra y personalidad en ataque para jugar con el tablero como aliado. Y a pesar que Trellini (6) cobró protagonismo en el goleo y que Chotard lo secundó; La Falda fue homogéneo como equipo para soportar la embestida y mantener la ventaja (53-44).
En el epílogo, el clima sumó temperatura, tanto dentro como fuera de la cancha (ver aparte); y en cuanto al juego, Otamendi (10) fue el artífice que le faltaba al local para quebrar el encuentro. Con él fortaleciendo el cristal propio, La Falda pudo correr y desgastar al huésped mediante a reiteradas infracciones, además Vilouta (9) se sumó como alternativa ofensiva y de esta manera tomó la máxima de 15 (61-46). Sin embargo Diomedi (10) se hizo cargo del equipo, Barba (6) recuperó la memoria del primer cuarto y Chotard (5) aportó su experiencia en la pintura; para borrar la desventaja y situarse a 4 (71-67). Aunque con los aportes de Fernández y Alfonso (8 entre ambos) sumado a lo realizado por Vilouta y Otamendi, La Falda fue adueñándose de lo que construyó del primer minuto y liquidar el pleito 82-71.
Síntesis:
La Falda (82):
Iniciales: Fernando Alfonso (18), Gabriel Fernández (10), Iñaki Otamendi (16), Gustavo Cruz (14) y Andrés Mondón (6).
Ingresaron: Manuel Giménez (5), Federico Vilouta (9) y Franco Córdoba (4).
DT: Sebastián Aleksoski.
Barracas (71):
Iniciales: Ignacio Sella (8), Gastón Diomedi (14), Mariano Trellini (12), Alejandro Chotard (11) y Stéfano Barba (14).
Ingresaron: Santiago Marco (11) y Facundo Sevillano (1).
DT: Marcelo Allende.
Cuartos: La Falda 16-16, 33-26 (17-10), 53-44 (20-18) y 82-71 (29-27).
Cinco faltas: Cruz, Fernández y Mondón (La Falda) y Chotard (Barracas)
Árbitros: Jorge Scheffer y Sebastián Giannino.
«Perdoná Jorge pero me retiro»
Solamente se habían disputado 55 segundos del último cuarto cuando el relojero de La Falda tomó la decisión de retirarse de su puesto debido a las reiteradas críticas por parte de Marcelo Allende, lo que además determinaron que el juez Jorge Scheffer le sancionara una falta ténica.
Sucedió que en una ofensiva de Barracas, la pelota se perdió sobre el lateral, con 5 segundos en la posición (los que fueron corroborados por el árbitro Sebastián Giannino), aunque Allende entendió que le correspodían algunos más porque el reloj de 24s no había detino su marcha cuando debía.
El problema surgió cuando entre el DT y el relojero intercambiaron palabras y los ánimos se exhaltaron un poco.