A pesar de lo que indica el 90-63 con el que La Falda volvió a sonreír en casa al vencer a Whitense, el local tuvo que trabajar durante todo el partido con defensas intensas y un goleo repartido en ataque. Fernando Alfonso (13, 5 robos y 5 asistencias), Fernando Bonino (11 y 7 rebotes), Manuel Giménez (11 y 8) y Gustavo Cruz (11 y 5 robos) en distintos pasajes del encuentro fueron los más destacados en un elenco dueño de casa que terminó con siete jugadores en dobles dígitos; mientras que Lautaro Fernández (19, 6/7 T2) terminó siendo el goleador del partido. En contrapartida Mondón terminó con un esguince de tobillo y Resler con un golpe en la nariz por Whitense.
La Falda marcó territorio desde el comienzo del encuentro cuando registró 6/8 TC ante la zona propuesta por Whitense para adelantarse 13-2, con Mondón (6) y Cruz (4) lastimando cerca del cesto y llegándoles el balón ante una buena rotación (6 asistencias). Pero luego se relajó atrás y de la mano de Moser (7) primero y el ingreso de Resler (5) después, el visitante contrarrestó con un parcial de 11-2 para achicar la brecha.
Con un parcial de 18-6 el dueño de casa se volvió a escapar en el marcador (36-21), de la mano del tándem Mondón-Vilouta (9 entre ambos) más la conducción de Alfonso (5). Whitense insinuó una reacción con Jodar (4) yendo hacia adentro y la dupla Fernández-Resler (9 entre ambos) hizo de las suyas siendo un dolor de cabeza para la defensa rival. Sin embargo la baja efectividad de sus lanzamientos (4/9 T1 y 6/16 TC) permitió que el local aguantara el sofocón para permanecer al frente 41-31 al cabo de la primera mitad.
A la vuelta del vestuario Giménez (5) absorbió mucho juego debajo del aro para que “Lafa” inicie de manera muy propicia. Fernández (7) intentó descontar para los dirigidos por Ipucha, pero las imprecisiones (9 pérdidas) estuvieron a la orden de día y sumado a que desprotegieron el aro propio (el local tomó 7 rebotes ofensivos) fueron cediendo terreno ante la defensa del local y el aporte de Bonino (9, 4 robos y 2 asistencias) en ambos costados de la cancha. Con dos bombazos de Montangie, Whitense se ilusionó con descontar pero la falta de variantes le terminó jugando una mala pasada.
En el último chico fue cuando definitivamente La Falda sentenció el encuentro, aunque no lo hizo de forma abrupta, sino que paulatinamente fue estirando la diferencia hasta llegar a la máxima de 27 en el resultado final. Volvió a apostar al trabajo de Giménez (4) cerca del cesto y más el aporte vertiginoso de Cruz (5) controló el desarrollo del juego. Ya en los minutos finales ambos técnicos optaron por rotar el banco y otorgarle minutos de juego a los pibes, donde Delucchi (8 seguidos) sobresalió para los dirigidos por Aleksoski.
Síntesis:
La Falda (90):
Iniciales: Fernando Alfonso (13), Gabriel Fernández (10), Iñaki Otamendi (5), Gustavo Cruz (11) y Andrés Mondón (10).
Ingresaron: Federico Vilouta (10), Manuel Giménez (11), Fernando Bonino (11), Guido Delucchi (8), Pablo Obreque (0), Franco Córdoba (0) y Francisco De La Prieta (0).
DT: Sebastián Aleksoski.
Whitense (63):
Iniciales: Sergio Montangie (8), Marcelo Jodar (5), Reinaldo Palacio (2), Julio Giménez (4) y Nelson Moser (8).
Ingresaron: Gonzalo Resler (11), Lautaro Fernández (19), Julián Serrano (2), Bruno Focianos (2) y Bruno Marzola (2).
DT: Martín Ipucha.
Cuartos: La Falda 18-15, 41-31 (23-16), 64-50 (23-19) y 90-63 (26-13).
Cinco faltas: Palacio (Whitense).
Árbitros: Miguel Firpo y Marjorie Stuardo.
Dos lesionados
Por el lado de La Falda, Andrés Mondón (foto) debió retirarse con un esguince de tobillo izquierdo cuando restaban 6m03s para finalizar el segundo cuarto al pisar a un rival en la lucha por un rebote. El interno no volvió a ingresar e incluso tuvo que ponerse hielo en el sector para evitar la inflamación aunque sentía mucho dolor.
Mientras que Gonzalo Resler también tuvo que abandonar el juego al descolocarse la nariz (según nos informaban esta sería la tercera vez que le sucede) cuando golpeó con un compañero al realizar un giro para desprenderse de su defensor. Restaban 5m18s para finalizar el tercer chico y si bien ya había sido sustituido, quedó sobre las barandas que dan a calle H. Yrigoyen con claros síntomas de dolor y tomándose su rostro.