El tricolor obtuvo el torneo Oficial y mantiene intacto el deseo de ganar el título tal como en 2012. Repasá en esta nota todos los detalles de la campaña del equipo de Ariel Ugolini con estadísticas que solo GENTE DE BÁSQUET te puede mostrar.
Villa Mitre conquistó el Oficial, el segundo torneo del año en Primera División, y sueña con poder consagrarse bicampeón como en la temporada 2009.
El tricolor comenzó el semestre con un duro compromiso en cancha de San Lorenzo. Esa noche, la victoria se vio opacada por la lesión del jugador naranja Sebastián Branciforte, en su hombro derecho.
Rápidamente llegó el primer resbalón. En la visita a El Nacional, el equipo de Ugolini cayó pese a la buena actuación de Pineda y Banegas (35 y 18 rebotes). Sin embargo, para levantarse nada mejor que vencer al ganador del Ciudad de Bahía Blanca, Estudiantes, y por 20 unidades.
Luego, el tricolor encadenó 8 triunfos consecutivos que lo erigieron como candidato al título, una vez más. Allí, derrotó en fila a Pueyrredón, Argentino, Bahiense, 9 de Julio, Napostá, Liniers, San Lorenzo y El Nacional.
Claro que para ello debió transpirar y mucho. Como la noche en el «Manu» Ginóbili, en la que el polémico final le dio la victoria. O el triunfo ante el «Chivo», con notable actuación de Martín Allende (20 tirando para 24). Incluso, debió superar la lesión de Matías Monteoliva ante Argentino.
La tendencia se terminó de cristalizar el miércoles 18 de setiembre cuando, bajo la figura de Marcelo Berdini, Villa Mitre venció a El Nacional. El año tricolor comenzó con dudas en la base, ya sin Matías Oyhamburo. Ugolini le dio la responsabilidad al joven del club y, tras un inicio dubitativo, alternando con Renzi y Allende, Berdini se acentó.
Los interrogantes resurgieron ante la lesión de Matías Monteoliva, sus sutituto, y los problemas físicos del propio Berdini, y serán un punto a tener ne cuenta en los playoffs.
Estudiantes se encargó de cortar la racha, pese al goleo de Nicolás Renzi en el Casanova. Luego volvió a sumar doble en casa ante Pueyrredón, antes de caer sorpresivamente y por un punto en cancha de Argentino, un rival que luchaba en ese entonces por zafar de la zona de permanencia.
La recta final marcó en el tricolor un récord de 3-1. Ganó consecutivamente a Bahiense, 9 de Julio (su primer rival en los juegos eliminatorios) y Napostá; y cayó en el cierre con Liniers, cuando ya sabía que iba a tener el «1» en los playoffs.
El análisis profundo de los playoffs, con el detalle de cada cruce, puede encontrase en el siguiente enlace.
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