Sebastián Ginóbili realizó un balance de su primera experiencia como director técnico en Liga Nacional. Remarcó que no le costó adaptarse, pero que el día a día es diferente e «intenso». «Los extranjeros fueron irregulares, necesitamos más protagonismo de ellos», sentenció el coach.
«Sepo» Ginóbili habló con el departamento de prensa de Bahía Basket y contó cuáles eran las expectativas antes de comenzar la Liga y cómo vio las participaciones de los foráneos Clark y Blakeney.
A continuación, la entrevista completa:
¿Qué balance podés hacer de esta primera mitad de temporada?
Por ser mi primera experiencia de estar delante de un equipo el balance en general es positivo. Es una función nueva para mí y desde ese punto de vista es muy positivo. En cuanto a lo deportivo hemos sido un tanto irregulares, creo que estamos en el lugar donde pensábamos estar, pero queríamos hacerlo jugando de mejor forma. Hubo mucha irregularidad, muchos altibajos y eso nos hace ver cuál es la realidad del equipo. Seguiremos trabajando con muchas ganas, los chicos tienen un compromiso muy grande y el proyecto es a largo plazo, asique todavía tenemos tiempo para mejorar.
¿Cuáles eran las expectativas que tenía el equipo antes de comenzar la Liga?
Más que nada el desarrollo de los jugadores jóvenes para formar un equipo competitivo a futuro. Creo que eso en gran medida se cumplió, hay jugadores que tienen un nivel importante y que han dado un salto importante en su carrera. Todavía es temprano, queda mitad de competencia y la parte más linda del torneo que es la final, asique seguiremos trabajando para eso.
Siempre a todos nos gusta poder haber ganado un par de juegos más, la realidad del equipo es otra y tenemos que seguir trabajando muy duro para lograr esos objetivos.
¿En lo personal como viviste esta nueva etapa en tu vida?
No me costó mucho adaptarme porque es el ambiente en el que estuve durante 20 años. Entonces la mayoría de los jugadores a los que entreno los he enfrentado, los conozco, también conozco el ambiente, la liga, entonces no me costó tanto la transición. Por ahí el día a día fue diferente, es otra exigencia, con otra cantidad de horas de trabajo, donde estás pensando mucho tiempo en cómo hacer las cosas mejor. Obviamente te lleva más tiempo que dirigir una categoría menor. Lo hago con gusto porque la verdad es que disfruto del deporte y de este lado lo trato de vivir intensamente.
¿Cómo viste las participaciones de los americanos Clark y Blakeney?
Fueron irregulares como lo fue todo el equipo, ellos no estuvieron a salvo de ese problema. Son dos jugadores que entraron muy bien en el sistema del equipo, se unieron muy bien al grupo, conformamos un grupo de personas bastante compacto a la hora de trabajar, de viajar y en la parte de relaciones humanas. En la parte de juego por ahí necesitamos un poco más protagonismo ofensivo de parte de ellos, son dos jugadores que defienden bien y que entregan todo a la hora de jugar. Necesitamos más puntos desde sus posiciones porque nos quedamos en 60 o 65 puntos. A veces necesitas de un jugador que salga del libreto y que en los momentos claves del equipo te lleve puntos.
¿Cuál es la identidad que tiene Bahía Basket de cara a lo que se va a venir el año que viene?
La identidad será igual. La idea es que jueguen un poquito mejor y que sigan entendiendo el mensaje que nosotros les bajamos con el cuerpo técnico para que puedan desarrollar ese juego de la mejor manera. Esa es la idea principal del equipo porque estamos seguros que eso nos va a llevar partido a partido a ir mejorando y ser un equipo más consolidado sobre el final de la competencia.
Fuente: Prensa Bahía Basket.
Foto: Romina Saldías para Gente de Básquet.