Puerto Comercial se quedó con el título en Segunda División al vencer en el quinto juego de las finales a Independiente, por 89 a 58. «Pancho» Caspe se retiró del básquetbol con una tremenda noche: 29 puntos (3/6 3p), 11 rebotes y 2 asistencias. Además, Maidana sumó 20 y Andreanelli (foto) 15. Ambos, junto a Olimpo, jugarán en Primera en 2014. Musumeci, que solo disputó el primer tiempo (lesión en una mano), sumó 13 puntos.
Apenas 14 segundos le bastaron a Ignacio Caspe para marcar el camino. Su primer triple de la noche puso arriba a Comercial en el comienzo del quinto juego de las finales en Segunda y, pese a que Independiente pasó al frente con una conversión de Massa (6-8) y una bomba de Musumeci (9-11), el local no volvió a soltar el mando en la noche que lo terminó consagrando como el mejor de la categoría, en 2013.
Dos jugadas de doble y falta (Acebedo y Harina) le devolvieron la ventaja al portuario al cierre del 1C. Luego, más allá de la mano de Musumeci a distancia y el buen pasaje de De La Torre sustituyendo a Bertón (cargado con faltas), todo fue del conjunto dirigido por Mario Errazu desde el banco y por Amílcar Andreanelli sobre el parquet. Justamente, un acierto desde 6.75 metros del base (24-16) obligó a Palumbo a detener el juego a 6m37 del descanso largo.
Nada cambió tras el minuto. Caspe fue imparable en la pintura, moviéndose con paciencia e inteligencia, y Maidana comenzó a mostrar que iba a tener una noche efectiva. El interno apareció desde el banco con la mira calibrada y no falló sus primeros diez intentos de cancha. Encima, Musumeci no pudo seguir por un fuerte dolor en su mano derecha. Con todo, un robo de Santini seguido de asistencia a Andreanelli prácticamente cerró el juego. Quedaban 5m51 del 3C cuando el local sacó 25 puntos de luz y le comenzó a bajar la persiana a la final.
Independiente sintió el mal porcentaje en triples (24), pero nunca pudo poner en juego a Bertón (si se las ingenió en el uno contra uno) y extrañó a Lella y Massa. El perimetral no anotó en cancha y el alero solo bajó 3 rebotes para acompañar sus 10 puntos. Así, solo con la frescura de Reschini, al Viola no le alcanzó para volver al partido. Puerto Comercial mantuvo la intensidad, movió bien la bola y se adueñó de campeonato para cerrar el año con una satisfacción extra.
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Síntesis:
Comercial 89 (3):
Iniciales: Amílcar Andreanelli (15), Juan Cruz Santini (6), Federico Harina (5), Walter Acebedo (9) e Ignacio Caspe (29).
Ingresaron: Juan Ignacio De Pastena (2), Andrés Maidana (209, Ignacio Ércoli (0), Federico Congos (3), Nicolás Fernández (0), Nicolás Vallejos (0) y Ariel Italiano (0).
DT: Mario Errazu.
Independiente 58 (2):
Iniciales: Javier Musumeci (13), Dalmiro Lella (5), Mauro Montanaro (5), César Massa (10) y Maximiliano Bertón (10).
Ingresaron: Juan Cruz Reschini (11), Gabriel De La Torre (4), Iván Cataldo (0), Uriel Martínez (0), Julián Carminatti (0), Hernán Fernández (0) y Agustín Mambriani (0)
DT: Juan Sergio Palumbo.
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Cuartos: Comercial 14-11, 35-27 (21-16), 65-44 (30-17) y 89-58 (24-14).
Cinco faltas: nadie llegó al límite.
Árbitros: Horacio Sedán, Miguel Firpo y Javier Sánchez.
Serie: Comercial 3-2.
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El último de «Pancho», los perros y el reloj de 24s
Ignacio Caspe finalmente le dijo adiós al básquetbol. Y vaya si se despidió a lo grande. El interno terminó siendo el MVP del quinto juego de las finales, con 34 de valoración producto de sus 29 puntos y 11 rebotes. A 3m34 del epílogo fue sustituido y ovacionado por el público presente.
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En varias ocasiones (cuatro por lo menos), los jueces debieron detener el juego por una invasión canina que se produjo en el parquet del Giorgetti. ¡Sáquenlos, necesitamos jugar!, exclamó Errazu a un costado. Auxiliares y el propio Acebedo se encargaron de que los perros no vieran los últimos minutos del partido.
Quedaban 2m16s cuando el reloj de 24s dijo basta (ganaba Comercial 86-58). Desde la mesa de control avisaron a Javier Sánchez -el árbitro que más cerca estaba- y el juez le comunicó la situación a Juan Sergio Palumbo, quien, sonrisa cómplice de por medio, dio el visto bueno para que el partido continúe «normalmente» pese a salirse del reglamento.
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