En el día de la Independencia, la noche fue del 9; no solo por el triunfo de 9 de Julio sobre Estudiantes por 84 a 81, sino porque su principal figura resultó ser Gonzalo Spikerman (camiseta Nº 9). “Spiki” terminó con 28 puntos (5/8 T3) siendo el goleador del encuentro, acompañado por Agustín Pena (16, 5/8 T2) y Agustín Dottori (14, 11 en 2ºT, 10 rebotes y 4 robos). Mientras que Federico Radavero, el nueve del “albo”, terminó como goleador de su equipo (22, 2/4 T3 y 8 rebotes), seguido por Francisco González (13, 6/7 T2) y Matías Oyhamburo (13).
El elenco local comenzó muy intenso desde el vamos, hilvanando un parcial de 10-0 con Pena (7) manejando los tiempo correctamente y Spikerman (7) muy enfocado con el aro en primer término; pero después Rizzo-Zárate (8 entre ambos) aportaron lo suyo debajo del cesto. Mientras que por el lado del “albo”, las imprecisiones estuvieron latentes (7) y fueron la principal barrera del equipo para intentar lograr la fluidez necesaria en ofensiva; y por eso el dueño de casa dominó el desarrollo de principio a fin.
Spikerman (9, 100% TC) mantuvo su mano intacta en el comienzo del segundo chico y Pena (7, 100% efectividad) también se mostró sumamente certero rompiendo la primera línea de la zona que ensayó Estudiantes. Si bien mantuvo la diferencia al cabo de la primera mitad, tuvo que soportar el aporte de González (9, 4/4 T2) y un buen pasaje de Torres (4 con volcada incluida), dentro de una ofensiva muy profunda (9/12 T2) donde se tomaron lanzamientos de alto porcentaje. Sin embargo las pérdidas (5) una vez más le jugaron en contra y de haberse acercado a seis unidades, quedaron doce puntos abajo.
Con un parcial de 15-2, Estudiantes dio vuelta el marcador con un intenso Radavero (8, 3 robos y 3 rebotes) y Oyhamburo (8) más involucrado en ataque, sumándole puntos a su buena conducción. Como si fuera un boxeador que esquiva el golpe de KO, “9” despertó justo a tiempo para no permitir que se le escaparan en el marcador, a pesar de sus reiteradas imprecisiones, movilidad y eficacia (4/16 TC). Más allá que la visita terminó ganando el cuarto 21-9, quedaron igualados, como al principio, pero con otro escenario para cada uno.
Presionando la primera línea, Dottori (8) encontró decididamente su momento en el encuentro para contribuir en ataque, que junto a la mano encendida de Spikerman (10, 2/3 T3) fueron las armas más claras con las que contó el local para volver a tomar distancias (74-65). No obstante Radavero (9) y Buzzo (6) se complementaron para darle al “albo” la efectividad que necesitaban desde el perímetro (3/4 T3), logrando los espacios necesarios para abrir el juego. Aunque los rompimientos y las segundas chances obtenidas no fueron bien redituadas por la ineficacia desde la línea (7/15 T1). Justamente esa vía fue la que le hizo esquivo forzar un suplementario, y en contrapartida, permitirle a Rizzo (5/6 T1) darle el triunfo a 9 de Julio.
Síntesis:
9 de Julio 84: Agustín Pena 16, Gonzalo Spikerman 28, Agustín Dottori 14 (x), Nahuel Rizzo 11 y Alexis Zárate 11 (F.I.); Fernando Peñalver 2 (x), Mauro Blázquez 0, Matías López 0, Francisco Bonaguro 2, Milton Ruesga 0 y Marcos Davi 0. DT: Emiliano Roldán.
Estudiantes 81: Matías Oyhamburo 11, Santiago Rodríguez 1, Leandro Cecchi 5, Aníbal Buzzo 11 y Federico Radavero 22 (F.I.); Sebastián Cinti 5, Gonzalo Torres 6, Francisco González 13, Tomás Scarpaci 0 y Martín Cleppe 5. DT: Guillermo López.
Parciales: 22-14, 48-36 (26-22), 57-57 (9-21) y 84-81 (27-24).
Árbitros: Javier Sánchez y Mauro Reyes.
Estadio: “Néstor Damiani” (9 de Julio).
Para tener en cuenta
Tal vez sea una mera coincidencia o un tradicional juego de palabras y datos; pero anoche para muchos se vivió un día muy especial ya que luego de conmemorarse el día de la Independencia, de haber quedado disfónicos al festejar el triunfo de la Selección Argentina en el mundial, nos dispusimos a cumplir con nuestras obligaciones. En mi caso particular, de comunicador social y apasionado de la profesión y este hermoso deporte. En el caso de varios que se hicieron presentes en el “Néstor Damiani”, ir a cumplir con la responsabilidad con sus respectivos clubes, familiares, allegados y hasta con la institución que representan.
Una frase me sorprendió al ingresar al estadio que tal vez fue un aliciente más con el que contaron los jugadores anoche: “Después de la demostración de entrega que hizo Argentina, es imposible no motivarse”.
Es cierto. Son posturas, compromisos y hasta obligaciones; pero considero, como seguramente considerará gran parte de la ciudad, que la fecha de anoche se debió haber postergado para poder darle rienda suelta a la alegría de haber pasado a una final mundialista, para poder cruzar la ciudad con tranquilidad y no “a las corridas” para llegar a la cancha evitando algunos inadaptados con piedras amenazantes al querer pasarlos, o por qué no dejar que las familias o grupos de pertenencia puedan unir sus lazos al compartir esa ilusión que todos tenemos.
Ya está. No se postergó. Y seguramente alguien dirá que nadie presentó un reclamo formal pero considero que no hacía falta. Sería bueno tener en cuenta estos detalles, como se han tenido en cuenta con otros eventos deportivos. Es una humilde opinión de este periodista que día a día intenta hacer las cosas de la forma correcta.