Arrancamos temprano el cuarto día. Desayuno bien cargado para evitar el almuerzo y a caminar por Sevilla. El destino: La Plaza de España. Para varios uno de los monumentos más lindos del país ibérico. No lo describo mucho porque creo que con ver las imágenes alcanza bastante. El mismo está dentro del parque de María Luisa, el cual nos quedó pendiente de seguir recorriendo, ya que cambiamos el rumbo en la brújula y nos fuimos a disfrutar del Fan Zone antes de pasar por el hostel y seguir para la cancha.
En el Fan Zone, ubicado en la Plaza de la Encarnación, estuve a un centímetro de probar el simulador del nuevo BMW, pero la pelota de goma espuma entró en el primer aro, pero coqueteó con el segundo. Después disfruté con el aro de Iberia, volcándola para la foto (una mentira ya que era con mini-tramp y llegaba igualmente con lo justo). Pero nos divertimos con los Filipinos y los Españoles haciendo un poco de show.
Nos perdimos un poco en el Barrio de Santa Cruz, cambiando el camino de vuelta al hostel. Las calles son angostas y no existen las manzanas cuadradas, diría que no existen las manzanas, calles que van y vienen, con direcciones variadas, caminos sinuosos y que si no vas atento podes estar dando la misma vuelta diez veces.
Pasamos por el hostel, picamos algo, descansamos un poco del calor y arrancamos para la cancha. Con 40 grados a la sombra y 46 al sol recorrimos las más de 30 cuadras. Ni una palabra con mi hermana. Salvo cuando nos acordamos de Talleres y le dedicamos una canción hecha con coros y todo. Creo que el calor nos estaba afectando.
Un minuto o menos duró el agua que compramos antes de entrar. Hoy teníamos las banderas, así que las escondimos bien en la mochila y pasaron. Para quienes vieron el partido no hace falta que se los cuente, para el resto les digo que fue un partidazo. Los filipinos metieron de todos lados, pero para suerte nuestra apareció el Mata que conocíamos, Laprovittola debutó y no le pesó, Scola tremendo como siempre, y el Chapu bueno, es el Chapu y los huevos de ORO, como lo conocimos siempre.
Más tarde fue el turno de Puerto Rico-Grecia pero al finalizar el 3er cuarto emprendimos el regreso, los boricuas tuvieron un flojo mundial y ya están eliminados. Unos sandwichs y dos litros de agua fueron la cena en la terraza. Y después por fin llegó el ansiado fernet. Casualidades de la vida, entre tantos extranjeros había dos argentinos en el hostel con el mismo motivo que nosotros. Así que la banda se amplió y mañana en el día libre iremos a Málaga.
Según dicen hay playas muy lindas, así que a la vuelta les contaré.