Escribo el día 5, mientras arranco el 6. Ayer fue un día agotador y distinto. Día libre para la selección, día libre para nosotros. Conocimos a Gabi y a Daniel en el hostel, dos argentinos que como nosotros vienen siguiendo a la selección. Son un poco más grandes, pero la edad acá no importa. Andan en auto, así que nos sumamos con ellos y nos fuimos a disfrutar de las playas de Málaga.
A mitad del camino me di cuenta que me había olvidado la memory card en la net. Pero afortunadamente llevaba el celular. No es la misma cámara, ni el mismo resultado, pero por lo menos algunas fotos pude sacar. Salimos a media mañana, la noche de fernet en la terraza se estiró y se hizo complicado salir más temprano. Ya en Málaga, fuimos a la playa que el GPS nos marcaba, ninguno sabía a que playa había que ir, pero la Playa del Dedo no estaba mal.
Disfruté del mar como si nunca lo hubiese conocido. Casi dos horas adentro del agua. Ni muy caliente ni muy fría, me atrevería a decir que muy parecida a las aguas de Las Grutas, cuando no sopló viento sur los últimos días. La arena sí que no era tan linda como la nuestra. Pero la ventaja es que el mar no se movía y estaba siempre a dos pasos.
Después metimos un almuerzo bien de mar, rabas, cornalitos y pulpitos fritos con una fría cerveza. La comida duró lo que un suspiro. Pero la sobremesa se extendió unas horitas. En la playa hacía mucho calor y en la galería del parador estaba hermoso.
Hicimos un rato más de playa y de mar. Aprovechamos hasta última hora y comenzamos el camino de regreso. Llegamos a las 21:30 aproximadamente al hostel. Rojos como un tomate, pero blancos a casa no podemos volver. Me di una ducha y salí a caminar, solo, porque Juli prefirió quedarse en la habitación. Así que aproveche mi tiempo a solas para caminar tranquilo y aprovechar a sacas fotos, no es que no lo venía haciendo, pero cuando uno anda solo se toma el tiempo que necesita para encuadrar y disparar las veces que crea necesario sin que nadie lo este esperando.
A la vuelta tenía pocas ganas de escribir, solo atiné a acostarme y a dormir. Así que ahora que me desperté, desayuné y escribí, estoy listo para salir a caminar e iniciar el día 6.