El derbi se queda en casa. El Iberostar Tenerife se impuso a un correoso Herbalife Gran Canaria (71-68) en un encuentro muy trabado, vivido con pasión desde la grada y resuelto en un final de infarto con un acto de fe y coraje de los aurinegros. Un brillante último cuarto de los canaristas, cuando más feas pintaban las cosas (47-55, 33’), liderados por un Nico Richotti soberbio, triplazo incluido con el partido en el alambre, decantaron la balanza a favor de los anfitriones.
El de esta noche fue un duelo con más desaciertos de la cuenta, que nació y creció espeso, marcado por los nervios y las connotaciones ambientales de una nueva fiesta del basket canario, vivida con un ejemplar ejercicio de cordialidad entre aficiones. Arrancó disparatado el partido, con los dos equipos acelerados y sin un dueño fijo, pero los chispazos de calidad de unos y otros y, sobre todo, la incertidumbre del resultado mantuvieron en vilo al espectador de principio a fin.
El buen hacer de Eulis Báez y el poder interior de Aleks Maric lanzaron de entrada a los grancanarios (11-16, 9’), hasta que la aparición de Saúl Blanco, asistencia incluida para un mate de Xavi Rey y un triple sobre la bocina del primer cuarto, devolvieron el equilibrio al encuentro (17-16, 10’). El partido creció entonces en un intercambio de canastas… y errores (30-32, 20’), con Blagota Sekulic como principal referencia ofensiva de los aurinegros.
Fue a la vuelta de la pausa cuando el Herbalife Gran Canaria hizo su amago más serio para poner tierra de por medio. Once puntos de Brad Newley en el tercer cuarto y la determinación de Albert Oliver pusieron al Iberostar Tenerife contra las cuerdas (41-48, 30’), circunstancia que se prolongó incluso hasta el inicio del último cuarto (47-55, 33’). Sin embargo, lejos de tirar la toalla, el grupo de Alejandro Martínez tuvo la constancia necesaria para voltear el guión.
Espoleado por un Santiago Martín casi a reventar, el conjunto canarista firmó un parcial de 13-2 (60-57, 39’) cimentado en una gran actitud defensiva (Sikma le puso un tapón brutal a O’Leary) y en el buen hacer en la dirección de Ricardo Úriz, que en un fogonazo de claridad con respecto a lo trabado que estaba siendo el encuentro, hacía jugar fluido a su equipo y devolvía la fe al graderío.
El Canarias asomó entonces la cabeza de entre las trincheras, dio un paso al frente empujado por el aliento de los suyos y firmó el asalto definitivo al triunfo con un final de lujo de Nico Richotti, autor de once puntos claves en los últimos dos minutos del partido. El bahiense anotó un triplazo para el 67-64 cuando más se resistía un Granca tremendamente peleón y sentenció luego desde el 4,60. Tuvo luego el equipo de Aíto García Reneses la opción de forzar la prórroga pero el triple de Kuric con 71-68 no entró y el Iberostar acabó festejando una victoria labrada a pico y pala.
Así se vivió la gran fiesta del basket canario
Como si de una película de suspense se tratara, el derbi canario de baloncesto entre el Iberostar Tenerife y el Herbalife Gran Canaria fue un auténtico volcán de emociones que mantuvieron en vilo a los aficionados de principio a fin hasta el 71-68 final a favor de los aurinegros.
Crónica Prensa Iberostar Tenerife.
Fotos: Prensa Iberostar Tenerife.