Así como hace tiempo atrás Oscar “Huevo” Sánchez se hizo cargo de algunas divisiones formativas y luego de la primera de Bahiense del Norte, este año le tocó el turno a Mariano, uno de sus hijos. El flamante entrenador tricolor será el principal encargado en las categorías Escuelita, Pre Mini y Mini. Las últimas dos ya comenzaron con las actividades la semana pasada. Mientras que los más chicos del club lo harán próximo martes.
Sin dudas, el apellido Sánchez es uno de los tantos importantes que Bahiense del Norte tiene a lo largo de su rica historia. Allá por 1979, Huevo hizo sus primeras experiencias como entrenador en el club y dejó una gran base que luego la continuaron otros entrenadores de gran renombre y hasta hoy en día sigue dando sus frutos. Años después, Mariano tendrá la oportunidad a través de su trabajo de seguir los pasos de su padre y escribir una nueva página.
“La verdad que todavía no caigo que estoy trabajando para Bahiense, después de haber venido siempre de visita y a tirar al aro de vez en cuando. Y además por toda la historia que tiene encima, la gente conocida, nunca pensé que iba a estar acá. Estoy muy contento, disfruto mucho mantenerme entrenando para mí, para demostrarles a los chicos y que ellos se incentiven mucho tratando de copiar. También me encanta que los padres se sienten a ver, tienen una cultura muy fuerte con el básquet, así que está muy bueno”, señaló el flamante entrenador.
Con respecto a sus inicios, Mariano contó que mientras todavía jugaba, empezó a ayudar a su padre en los Campus para ir aprendiendo, hasta que en un momento se decidió por tomar la posta en el Mini Básquet. “Una vez que deje de jugar, empecé a perfeccionarme rápidamente en el exterior. Primero fui a Serbia y este año a Estados Unidos con el tema habilidades. Me divierte mucho aprender y después poder transmitírselo a los chicos, porque hoy en día ellos necesitan eso, ir controlando el cuerpo y más que nada enfocarse en las habilidades e ir desglosando los fundamentos”, mencionó.
Sánchez marcó claramente su principal idea a transmitir. “La idea es motivar, pero enseñando a jugar al básquet. Hoy en día está muy bueno de que haya mucha recreación, pero si el chico cuando crece necesita desenvolverse en una cancha no tenemos que aspirar mucho a que se diviertan jugando juegos. El tema es que se motiven y traten de copiarme a mí y a mis ejercicios. Un ejemplo también lo tienen en la foto que está colgada en el techo del club (Manu Ginóbili). Es una locura”, contó.
Si bien es especial poder trabajar en el mismo club en donde Huevo dejó una gran huella, Mariano admitió que solo piensa en el presente. “Es increíble cómo viven recordando la experiencia de mi papá en Bahiense. Pero cuando vengo acá pienso en lo mío, lo disfruto. Lo que hago es para los chicos, son mis pollos y voy a tratar de verlos cada vez mejor. No pienso en lo que pasó antes, pienso en lo de ahora y en lo que puede llegar a venir después”, apuntó.
Para finalizar, el entrenador aprovechó para dejarles un mensaje a los padres y chicos de sus categorías. También a todos aquellos que quieran sumarse a la institución. “Que disfruten, que esto va a ser una progresión a lo largo de todo el año. Ellos van a ver que los chicos van a hacer cosas nuevas y cada vez más difíciles, pero van a ir paso a paso para poder sentir que pueden con la práctica. Les van a quedar ejercicios para hacer en la casa y también para que vengan a hacer al club solos. Vamos a llegar a que el chico levante el nivel porque vamos a buscar que se motiven mucho copiando, que trabajen la cabeza, que construyan, a lo largo de los meses, el juego en equipo. Todo progresivo y por objetivo. Mi deber es que los chicos quieran venir a entrenar solos y no que los padres los estén empujando para traerlos”, concluyó.
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Fuente: Prensa Bahiense del Norte.