Tras sorprender a América durante el último Preolímpico, el elenco dirigido por el bahiense Néstor García afrontará el desafío más importante de su historia. Vuelven a la cita cumbre del deporte tras una lejana participación en Barcelona 1992.
La cenicienta del continente se metió en Rio de la mano del Che García, que obtuvo tres campeonatos desde que llegó al puesto. Creó una gran química de grupo y consiguió que varios jugadores se comprometieran con la selección.
“Recién ahora estamos tomando dimensión de lo que conseguimos con Venezuela. Los trabajos pueden ser buenos independientemente de que se obtengan o no los resultados. Pero nosotros tuvimos un torneo único para la historia deportiva de este país”, analizó meses atrás el Che con respecto al título logrado.
La Vinotinto se ha transformado en un equipo incómodo para enfrentar. Impone su ritmo, presiona y complica con una doble base. Eso sí, parece difícil que le pueda competir de igual a igual a potencias como Estados Unidos, Francia, Serbia o Australia, a quienes enfrentará en primera fase. No tiene un revulsivo de fuste en el perímetro (se bajó Greivis Vásquez, otra vez) ni talla bajo los tableros.
Es cierto que en la previa a los Juegos obtuvo el Sudamericano ante selecciones B y rivales menores. Pero, al menos por resultados, no tuvo una buena puesta a punto. Le ganó a dos oponentes menores como Bielorrusia (68-57) y el País Vasco (59-58). Pero cayó en cinco oportunidades, varias de ellas de manera abultada: Lituania (53-84), Holanda (59-64), España (65-80 y 55-91) y Estados Unidos (45-80).
La estrella: Gregory Vargas. El Che supo sacarle su mejor versión. Ante la ausencia de Vásquez, deberá hacerse cargo del equipo. Condiciones le sobran. Viene de tener una gran temporada en Israel que le permitió dar el salto a Francia. Además fue elegido MVP del Sudamericano de Caracas.
El histórico: José Vargas. Hermano mayor de Gregory, el Grillito es el alma y capitán de la Vinotinto. A pesar de no tener talla internacional (1.96m), alterna bien como escolta y alero. Puede complicar con su tiro de tres.
La promesa: Anthony Pérez. Recién salido de la NCAA, este alero posee un gran físico para el puesto. Será su chance de conseguir un contrato profesional. “Esto es una gran vitrina, van a estar muchos scouts, eso es un motivo para mostrarle al mundo y poner tu nombre ahí”, declaró.
La ausencia: Greivis Vásquez. Su nuevo equipo, Brooklyn Nets, le recomendó descansar para estar al 100% la próxima temporada. No es la primera vez que renuncia a estar con su seleccionado. Su último torneo con la Vinotinto fue el Sudamericano 2014.
El DT: Néstor García. El bahiense impuso su estilo en Venezuela, donde es amado por todo lo que logró. Le agregó orden táctico y creó una gran química de grupo para ser parte del mejor momento de la historia del básquet venezolano.
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