Dejó atrás una racha negra de 8 caídas en fila frente a Alem. Triunfó en buena ley, estando siempre al frente en el marcador y mostrando mucha actitud y sacrificio. El último cuarto se lo adjudicó por 26-12 y coronó la victoria por 78 a 60.
Muy atrás había quedado aquel 8 de agosto, cuando San Lorenzo dio cuenta de Olimpo (72-66). De allí en adelante, sufrió solamente malas noticias durante un mes. ¡Fueron ocho traspiés consecutivos!
Hasta ayer, cuando se dio el gusto de terminar vapuleando a Leandro Alem, en el Avecilla, por 78 a 60 desplegando su juego con el cuchillo entre los dientes y consciente de lo valioso que significa cada punto para el Naranja a esta altura del campeonato.
Con esa premisa saltó al campo y en apenas tres minutos se despachó con un soberbio ¡13-1!, con Fortelli en llamas y aprovechando que el verdirrojo se dedicó más a protestarle a los árbitros. De todos modos, cuando Alem se calmó y se reordenó, equilibró el trámite vía Santi Torre (3-3 t2 y 3-3 t1).
Así, cerró el cuarto inicial apenas 21-18 por detrás.
Ya en el siguiente período, el huésped le disputó la supremacía al dueño de casa, añadiéndose a Torre tanto Juani Diomedi (5) como Juan Pablo Rotta, quien mediante un triple colocó a uno a Alem (35-34), con 1m54s por disputar del primer tiempo. En San Lorenzo, la ofensiva comenzaba a monopolizarla Ríos Lodoli (11).
Bajo la misma tónica de paridad se desarrolló el tercer segmento.
Por el anfitrión, ya no hubo tanta prolijidad ni efectividad. Por el visitante, Augusto Priore logró empatar en 44 tras un triple y con 4m por disputar. La aparición de Mariano Morando fue bienvenida para el dueño de casa, que ingresó con renta de cuatro al último lapso (52-48).
El otro día tocamos fondo cuando perdimos contra El Nacional y nos pasó. Por eso, la de hoy (por ayer) sabíamos que era una de las últimas cartas que nos jugábamos para seguir mirando para arriba y no para abajo. Y eso, a principios de año, no era lo planificado. Por suerte, volvió a aparecer el alma, las ganas, la garra y la entrega del que sea nosotros. Volvimos a hacer un equipo. El que éramos antes. Por suerte ganamos, sacamos la cara, esperamos volver a prendernos y a seguir remándola. Tenemos tres partidos claves en casa: contra Argentino, Estrella y Pueyrredón, que sí o sí hay que ganar para despegar del fondo y volver a mirar para arriba, que era para lo que nos habíamos preparado (Nahuel Diez)
Y el quiebre definitorio, se produjo en los albores nomás.
Porque, recostado en zona, San Lorenzo pudo recuperar bolas y asegurar su cristal, amén que adelante comenzó a prevalecer la enjundia de Nahuel Diez. Entonces, el local se alejó 54-48 en 20 segundos y 58-50 en 1m40s, para posteriormente estirar la ventaja a 10 (63-53), en 3m09s.
Resultó el momento en el que el Naranja se soltó, Reschini se la birló a Torre y abrochó acción de 2+1, Ríos Lodoli clavó otra bomba, Goenaga cumplió con su tirito de frente y Diez se ganó el pan, yendo al piso a recuperar pelotas o sellando acciones con tiros cortos. Enfrente, la desorientación ya estaba de manifiesto y hasta Paquito Alvarez hizo volar su silla en un tiempo muerto, en claro acto de disconformidad para con sus dirigidos…
La obra de arte la firmaron tanto Ríos Lodoli como Fortelli, con sendos bombazos que establecieron la máxima de 76-57, a 1m37s del pitazo final.
El alma naranja de Sanlo está de vuelta.
Y va por más…
Síntesis| Primera División – Torneo Oficial – Fecha #11
San Lorenzo 78: Luciano Fortelli 19, Mariano Morando 9, Federico Biggi 4, Martín Ríos Lodoli 21, Facundo Goenaga 8, fi; Nahuel Rizzo 2, Juan Cruz Reschini 7, Esteban Benedetti, Nahuel Diez 8 y Andrés Hildemann 0. DT: Juan Martín Seret.
L.N. Alem 60: Santiago Torre 17, Augusto Priore 3, Juan Pablo Rotta 10, Juan Ignacio Diomedi 12, Herman Banegas 9, fi; Walter Gigena 9 y Genaro Priore 0. DT: Alejandro Alvarez.
Parciales: 21-18; 36-34 (15-16), 52-48 (16-14) y 78-60 (26-12).
Arbitros: Eduardo Ferreyra – Luis De Marchi.
Estadio: Román Avecilla (San Lorenzo).