El tricolor, propietario del tramo inicial de primera división, superó a Leandro N. Alem a domicilio por 80 a 71, selló la llave semifinal por 2-0 y también se aseguró su lugar en la serie final de este torneo Oficial. Ahora, aguardará por la definición de Liniers-Villa Mitre. Si Bahiense sale airoso de esta instancia, será el indiscutible campeón del certamen local. De cederla, dispone de finales extras contra el mismo equipo que lo relegue.
Leandro N. Alem-Bahiense.
Segundo partido semifinal en el Lacunza caliente, friccionado, hablado, discutido…
Pero el huésped trató de abstraerse lo máximo posible, concentración que, a largo plazo, lo llevó a cosechar el premio más ansiado: la victoria por 80 a 71, que sentenció la llave por 2-0 y automáticamente lo catapultó a las finales del certamen Oficial.
La noche comenzó bien para el tricolor, que tomó distancia de 12-4 en 5m19s producto de lo activo que estuvo Andrés Barbero, más la eficacia de Esteban Silva (3-3 t2) cerrando contragolpes.
Posteriormente, L.N. Alem se fue rehabilitando con triple de Damián Foulkes, el empuje de Juani Diomedi y el ingreso de Augusto Priore. Estampó un ¡11-0! y revirtió la situación (15-14).
Tampoco escaseaban las simulaciones, los desafíos verbales y las protestas de todos los calibres.
En lo basquetbolistico, Bahiense evolucionó en lo suyo durante el 2ºC.
Porque el desparpajo de Nacho Gerbaudo llevó soluciones, Franco Pennacchiotti apareció en cuentagotas y del banco Lucho Fernández trajo un triple+un doble. Con lo cual, Bahiense escapó a 18-26 en 4m03s.
No se conformó.
Mientras, enfrente, Santiago Torre estuvo inconexo, Juampi Rotta pensaba más en su «duelo» con Barbero y Fabricio Starc desapareció sin aviso; en el huésped se añadieron el Pollo Morán y Aníbal Buzzo para mantenerse lejos: 20-29, 24-33 y 27-35.
Los rostros de preocupación de Paquito Alvarez y compañía durante el trayecto al vestuario, ya en el ET, eran elocuentes.
Es que el verdirrojo no hallaba la brújula y había despintado los cilindros, con 5-27 (19%) de campo: 2-13 (16%) en t3 y 5-14 (36%) en t2.
Estoy contento porque el equipo reaccionó. En el último 1m30s nos quedamos `enanos’, subimos la presión, que no tirábamos hacía rato, ellos perdieron tres bolas y los quebramos. Tenemos recursos. Afloró la experiencia de cada uno y la caradurez de Gerbaudo. Vamos a jugar la final después de haber ganado el primer torneo. No es fácil. Y es lo más lindo que hay. A disfrutar. Si podemos ganarlas, las ganaremos, porque para eso se juegan. Tenemos un par de jugadores rutilantes, otros que están rindiendo y soy positivo. Me viene bien un par de días de descanso mientras definen Liniers-Villa Mitre. Según cuál pase, son rivales de diferentes características para nosotros. Ambos se lo merecen, fueron los finalistas de los últimos años en Bahía. Pero nosotros tenemos lo nuestro. Y estamos acá por mérito propio (Alejandro Navallo).
Sin embargo, «otro» L.N. Alem saltó a jugar el complemento.
El que contagió al resto fue Augusto Priore.
El perimetral protagonizó una seguidilla de 11 puntos (2-2 t3, 2-2 t2 y 1-2 t1) prácticamente consecutivos que, junto al repunte de Banegas, devolvió al juego al dueño de casa.
L.N. Alem aplicó un 12-5 por el que se acercó (39-40) y después estiró a 17-9, pasando a comandar por 48-44, con 4m01s del 3ºC por disputar.
Comenzó a predominar el equilibrio, el gol a gol y empezaban a doler los pitazos arbitrales por la carga de infracciones personales.
Igualmente, Bahiense recuperó las riendas con 2+1 de Barbero (50-52) e ingresó arriba por 54-53 al segmento definitorio.
En lo sucesivo, jamás relegó la supremacía.
Porque la clavó de tres Morán (58-61), Barbero sumó otro doble, el Pollo hizo 2-2 t1 y Pennacchiotti 4-4 t1. Así, estuvo 60-67 al frente, a 5m46s.
El anfitrión salió a dar la cara con bomba de Rotta y tres unidades al hilo de Priore, reduciendo a 66-69 restando 2m25s.
Ya eran varios los soldados que habían desfilado hacia el banco para siempre, pero L.N. Alem lo usufructuó bien cuando dio las hurras Pennacchiotti.
En ese momento, a 1m08s del epílogo, con 1-2 t1 de Starc se puso a tiro (69-71).
En lo inmediato, se dio una escena en la cual Bahiense marró su lanzamiento y Priore bajó el rebote defensivo. En ese momento, previo al pique de la pelota, Gerbaudo le atenaza la misma por un instante. Los jueces sancionaron «salto» y la flecha indicatoria marcó que era posesión del visitante.
Resultó que varios allegados y dirigentes verdirrojos ingresaron al campo con el fin de insultar e increpar al trío arbitral, haciéndolo con vehemencia y amenazas fuera de lugar. Incluso, hasta patearon una silla…
Normalizadas las cosas, acto seguido, con 56s7/10 en el electrónico, Bahiense repuso y Gerbaudo se coló para depositar una bandeja que resultó el principio del fin de la contienda: 69-73.
Si bien Banegas recortó (71-73) a 44s6/10, L.N. Alem se vio obligado a frenar cada avance tricolor. Y, entre Gerbaudo, Morán y Barbero, firmaron 7-10 desde la línea, para cerra la noche con más holgura de lo estimado.
Final: 71-80. Clasificación en mano.
En buena hora, Bahiense festejó y disfrutó de su pasaje a la instancia definitoria, donde por ahora aguardará rival.
Decime, ¿qué se siente estar otra vez en las finales?
Síntesis | Primera División – Oficial – Semifinales – Juego #2
L.N. Alem 71: Santiago Torre 5 (x), Juan Pablo Rotta 8 (x), Damián Foulkes 5, Fabricio Starc 3 (x), Hérman Banegas 19, (FI); Augusto Priore 21, Juan Ignacio Diomedi 10 (x), Walter Gigena 0, Genaro Priore 0 y Juan Manuel Bicondoa 0. DT: Alejandro Álvarez.
Bahiense del Norte 80: Juan Pablo Morán 14, Andrés Barbero 19, Esteban Silva 9 (x), Anibal Buzzo 12, Franco Pennacchiotti 14 (x), (FI); Iván Catani 0, Ignacio Gerbaudo 7, Luciano Fernández 5 y Gonzalo Nolt 0. DT: Alejandro Navallo.
Parciales: 15-16, 27-35 (12-19), 53-54 (26-19) y 71-80 (18-26).
Árbitros: Emanuel Sánchez – Néstor Schernenco – Marjorie Stuardo.
Estadio: Daniel Lacunza (club Leandro N. Alem).
Serie: Bahiense, 2-0.
Fotos: Mario Direne.