Con mucho empuje, sin ser su mejor versión de la temporada y tras un suplementario, Bahía Basket inició el año a pura espuma al someter a Quilmes (MdP) por 105 a 101, luego de igualar el tiempo regular en 87. Pareció tenerlo abrochado a 6m28s (79-66), pero vía Vildoza y Robinson el cervecero obligó al tiempo extra. Y lideró por 92-89. El celeste lo liquidó vía Johnson y con 6-6 t1 en los últimos 43s3/10. El viernes, a las 21, recibirá a Atenas.
La noche bahiense ameritaba una cerveza.
Y el representativo de la ciudad, en su primera presentación de 2017, se dio el gusto, no sin antes tener que bregar y batallar contra el enjundioso Quilmes. Finalmente, le torció el brazo recién en el tiempo extra, para imponerse por 105 a 101, tras haber empatado en 87 durante el tiempo regular.
La noche inició redonda para el Cacique, que se despachó con tres bombazos casi consecutivos: Ivory Clark, Tracy Robinson y Luca Vildoza, para despegarse por 7-15.
La reacción local llegó en cuentagotas.
En realidad, el lunar yació especialmente en el rubro defensivo, al tiempo que Facundo Corvalán respondió de la misma forma, con 3-3 desde los 6m75. Si bien ello alentó al local (15-17), no logró resquebrajar a un Quilmes muy certero en sus lanzamientos, razón por la cual se adjudicó el cuarto abridor (21-28).
Para el siguiente, Bahía progresó en la faz defensiva, logrando sujetar mejor los desequilibrios rivales. No obstante, continuó corriendo de atrás porque Quilmes contó con varias opciones de gol y Ariel Eslava tuvo su pasaje protagónico con 3-4 t2 y 1-2 t1. Así las cosas, la visita lideró por 36-42, a 3m46s del ET.
De todas maneras, Máximo Fjellerup encendió turbinas, la enterró y también se hizo cargo de la última jugada del lapso para dejar a Bahía Basket apenas un doble por detrás del oponente, en la previa al descanso largo (46-48).
Hay que mejorar, nos está costando mantener la diferencia y sufrimos al final. Tuvimos suerte hoy. La intensidad defensiva en el PT fue con altibajos, siempre estuvimos atrás de las acciones de ellos. En ofensiva estuvimos finos, pero por momentos nos desviamos del plan que era jugar interior. No podemos pensar que todo está bien por el resultado. Hay que ser más sólidos (Jamaal Levy por FM Universal 95.5)
En la reanudación se vio lo mejor del bahiense.
Es que supo abroquelarse mejor, le generó dudas a Quilmes y Levy se destapó adelante, colaborando para un parcial de 11-2 que lo disparó (57-50). Posteriormente agigantado con otra aparición del panameño, añadiendo la más bonita jugada de la velada: asistencia lujosa, de espaldas, de Fjellerup hacia Redivo, quien colocó la bandeja.
Arriba Bahía por 68-57, a 1m18s del cierre del 3ºC.
Los 13 de renta con los que Bahía saltó a disputar los últimos diez minutos, eran un guiño de ojo.
Y, ni hablar, cuando a 6m28s del epílogo, el electrónico reflejaba: Bahía 79-Quilmes 66. ¿Liquidado? Eso se intuía. Pero… No.
De la mano del estelar Luca Vildoza, sigilosamente la visita comenzó a achicar (79-84), hasta concretar lo insinuado al nivelar en 84, con 1m40s por disputar. Bahía se adelantó con gol de Redivo (86-84) a 1m26s y el propio Vildoza lo igualó -marró el adicional- a 1m12s: 86-86.
La siguiente posesión el dueño de casa no supo usufructuarla y, enfrente, Basualdo hizo 1-2 t1 a 37s4/10 para darle la supremacía de 86-87 al Cacique.
Bahía apostó a Johnson, lo cortaron y a 12s6/10 también aplicó 1-2 y 87 iguales. En la última hubo buen atrape y persecución celeste sobre los cerveceros, terminando varios elementos en el piso, luchando por la posesión, mientras se consumía el tiempo.
Suplementario.
Allí, el que se encendió fue el americano blanco Tracy Robinson, autor de tres bombazos casi al unísono. Y Quilmes se halló arriba 92-89 (a 3m56s), 95-94 (a 2m40s) y 98-97 (a 1m51s).
En lo sucesivo, Bahía recuperó las riendas mediante Johnson (99-98, a 1m10s). Quilmes intentó de tres con Vildoza, pero no. Y Corvalán fue efectivo en la línea, a 43s3/10: 101-98.
Después resultó Robinson el que probó de larga distancia, pero tampoco. Y, nuevamente, Corvalán tuvo 100% en la línea, quedando 22s4/10 (103-98).
Bahía lo dejó pasar a Vildoza para que descontara (100-103) a 13s y, posteriormente, le llevó la bola a Redivo para que acertara ambos a 11s3/10 del final (105-100). Allí, Corvalán frenó sin sentido a Vildoza, que sumó 1-2 (101-105) a 7s7/10 y Bahía le añadió una mala salida en la reposición que esperanzó al marplatense. Aunque, el tiro de tres puntos de Vildoza fue largo y ya no hubo tiempo para más.
Sin brillar, Bahía Basket supo reinventarse para sonreir y cerrar su primera larga noche del año degustando una cerveza.
Síntesis | Liga Nacional – Segunda Fase – Juego #24
Bahía Basket 105: Facundo Corvalán 19, Lucio Redivo 21, Juan Pablo Vaulet 5, Jamaal Levy 17, Anthony Johnson 26, (FI); Máximo Fjellerup 12, Hernán Jasen 0, Jerel Blocker 3 y Fermín Thygesen 2. DT: Sebastián Ginóbili.
Quilmes (Mar del Plata) 101: Luca Vildoza 26, Eric Flor 11, Tracy Robinson 28, Ivery Clark 10, Iván Basualdo 9, (FI); Diego Cavaco 6, Bruno Sansimoni 4, Ariel Eslava 7 y Jeffrey Merchant 0. DT: Javier Bianchelli.
Parciales: 21-28, 46-48 (25-20), 73-60 (27-12), 87-87 (14-28) y 105-101 (18-14).
Arbitros: Alejandro Chiti – Julio Dinamarca.
Estadio: Osvaldo Casanova (club Estudiantes).
Fotos: Prensa Bahía Basket.
Fiesta completa
Bahía le había ganado a Quilmes por Liga de Desarrollo la noche anterior y, previo al juego de Liga, también lo hizo en el evento estreno de 3×3, imponiéndose por 22 a 14 a 1m06 del final del tiempo reglamentario (se juegan 10 minutos o hasta que un equipo supere los 21 puntos).
#3×3 @bahiabasket vs @caquilmesmdp https://t.co/bIaZ36F4dv
— Bahía Basket (@bahiabasket) 11 de enero de 2017
El equipo de Martín Luis formó con Juan Cruz Marini (5), Joaquín Sánchez (9; reemplazó al designado originalmente Federico Elías), Fausto Ruesga (2) y Rodrigo Gerhardt (6).