Especímenes particulares del medio más mágico de los que difunden el básquet. Dueños de las voces que hicieron el boca a boca de los albores de La Liga y de una pasión insoslayable que permite superar sacrificios impensados. Las transmisiones radiales del TNA en la palabra de algunos de sus protagonistas. El informe pertenece a David Ferrara, quien fue productor periodístico de las transmisiones televisivas del Torneo Nacional de Ascenso durante diez años, es periodista del diario El Ciudadano de Rosario, docente en Tea Rosario y en Ieserh Rosario. ¡Gracias David por incluirnos en la nota!
No es caprichoso que la palabra magia se asocie tan a menudo a la radio. Esa cuota de incertidumbre, misticismo y confianza de creer de manera ferviente en lo que te cuentan pero que no se ve, sólo se genera en contadas ocasiones. Hay que saber generar el clima, obtener ese derecho a que la palabra supere a la imagen y que la cuota de imaginación tan necesaria le gane la pulseada a la modernidad y sus ventajas.
Especialistas en marketing para poder concretar las publicidades y pagar los espacios; relacionistas públicos para conseguir un mejor lugar de transmisión o el canje de hotel para pasar la noche; operadores técnicos para desandar los misterios de la tecnología y conectar las consolas; alpinistas para ganar techos y hacer llegar los cables de la línea fija hasta el estadio. Los comentaristas y relatores de radio también juegan su partido en la semana, están a pleno en la previa del juego y sólo encuentran la paz del trabajo realizado una vez que la transmisión encuentra su cierre, su saludo final. No persiguen la gloria, la acompañan con su voz, y aunque nunca tengan ni una pizca de crédito en la victoria, sienten la derrota quizás más que los propios protagonistas.
Son los dueños de las noches en las que el dial se recorre de principio a fin en la ruta y aparecen los gritos de doble, triple, la vorágine del deporte más vertiginoso que pueda existir, y aunque cada vez es más difícil imponerse ante la variada oferta de medios, los periodistas radiales de básquet se readaptan, desafían el incomprensible e infundado designio de extinción y acompañan como el primer día, cuando eran los dueños exclusivos de lo que sucedía. Porque la radio y su gente fueron pilares de la difusión de La Liga.
El Torneo Nacional de Ascenso y sus kilómetros incontables, sus estadios, su público. Y sus relatores y comentaristas, que caminan el país día a día. Pichón Ruiz Díaz (La Radio 89.9 Oberá) intenta definirlo desde su amplia experiencia en las transmisiones y en la categoría, desde aquella aparición de Luz y Fuerza en los ’90: “Hacer radio es un poco mágico. La mayoría de los que lo hacemos sentimos eso, te da un cosquilleo no saber de dónde te están escuchando o quién o recibir mensajes desde lugares inesperados. Es EL medio. Me siento feliz, es mi mundo. Espero hacerlo mucho tiempo más y sueño con relatar alguna vez el ascenso a La Liga”.
Ya no es tan común ir a de local y visitante con los equipos pero Pichón mantiene la costumbre y se apoya en los colegas-amigos: “La logística se hace mucho tiempo antes del partido. Tengo la suerte y la posibilidad de viajar con el equipo y me manejo con canjes de los colegas locales cuando se puede que se retribuye cuando vienen a Oberá. A veces se viaja solo y hay que hacer de todo”.
“La pasión está presente y nos inculca estas locuras de viajar enfermos o perdernos días especiales de la familia”, analiza uno de los exponentes del periodismo en la divisional.
La historia se repite en todos y cada uno de los colegas que exponen su voz en todo el país, parecen versiones calcadas que sólo varían por el lugar de origen o el medio al que representan.
Eduardo Lali Biagi (Radio Nacional de Concepción del Uruguay) desanda esta historia desde 1992: “Siempre fue a pulmón y hasta diría complicado. Además de relatar debíamos vender publicidad, conseguir algún contacto en la ciudad, tirar cables para conseguir, buscar cómo viajar. Muchas veces íbamos con el dinero para nafta, peajes y nada más, con suerte comíamos algo o nos llevábamos de nuestras casas. En lo personal nunca quise viajar con las delegaciones. Hoy viajamos con nuestro propio móvil y si el partido es muy lejos tomamos transmisión vía web o telefónica con la radio local”.
“Me ha pasado de todo en este tiempo. Desde viajar sin saber por dónde andaba porque no existía el GPS, ir a Salta en enero en un auto a gas y que parecía que hacía 100 grados, hasta realizar mi primer viaje en avión para cubrir una final del Torneo Federal. Me ha tocado visitar grandes estadios con mega cabinas de transmisión como también relatar entre la gente en la tribuna local”, define sobre los contrastes del partido a partido un Biagi que se emociona con el resultado de tanta pasión, que es que su hijo mayor siguió sus pasos.
Los relatores y comentaristas tienen poca injerencia en la suerte y verdad de sus equipos, con la camaleónica obligación de transmitir desde un torneo local hasta una final internacional. Si lo sabrán los colegas de Radio Sapiens de Olavarría, que vivieron el surgir, la gloria, caída y renacer del Bataraz. Lo explica Christian Gallego: “Estoy desde el 2002 en un equipo que comenzó con Estudiantes desde el ‘97 y en este momento me toca relatar en lugar de Mario Cóppola, quien fue el que inició todo y hoy está al frente de la radio. Con Estudiantes hicimos torneos internacionales, la mejor época del equipo y después todo el volver a empezar. En estas épocas se viaja un poco menos, ya que los partidos llegan por streaming o se toman transmisiones, pero hay mucha solidaridad y se trabaja mancomunadamente con otros medios para intercambiar hospedaje y comida”.
Bahía Blanca es una de las ciudades con mayor oferta de básquet, ayer, hoy y siempre. Diego Vita acompaña la tradición de la ciudad desde el ’96, pasó largo tiempo por LU2, y hoy integra Gente de Básquet radio por FM Universal. “La radio es especial por su magia, por lo que inspira, por su frescura y ese poder de sugestión que es lo que la mantiene viva. Particularmente las transmisiones deportivas, que generan tanta emoción y que entiendo no pueden reemplazar ni compararse con el streaming o la tele. Trabajo dentro del periodismo en gráfica, en TV, en radio y en docencia, pero sin dudas que mi labor favorita y preferida es la radio”, describe.
En la siempre complicada elección de viajar o no con las delegaciones, Vita toma partido: “Siempre viajamos por las nuestras en todos estos años, nunca acompañando equipos. Respeto y entiendo a los que tengan que hacerlo de ese modo, pero creo que no es conveniente ni aconsejable. Nosotros lo hacemos mayoritariamente en colectivos de línea con los que hemos generado canjes publicitarios, o en automóvil particular si la distancia es corta y lo permite”.
Hay muchos lugares en los que las transmisiones se multiplican, sobre todo a la hora de ser locales, como en la Comarca de Viedma-Patagones, en Chaco o en Junín. Santa Fe es otro de esos exponentes desde el regreso de Unión al TNA. Diego Turco Vergara es uno de los que no suele faltar, se juegue donde se juegue, desde su rol de comentarista de La Red (santafedeportivo.com).
“Hay todo un ritual, desde buscar el bolso, charlar con la gente, acomodarte en tu lugar, armar los equipos porque no hay plata para contratar un operador, dialogar con los colegas y encontrarte con gente que por ahí no es de básquet pero que viene porque nos escuchó que promocionamos el partido. Pero la previa distingue al TNA, es mas familiar. Eso sí, de visita hasta ventilador llevamos porque se pasa calor. Me encanta conocer todo de la ciudad, le dedico un espacio a eso en la transmisión, es parte del federalismo que nos indujo León con sus mensajes”, cuenta el Turco, quien resalta lo “espontáneo que tiene la radio, hacerle ver al oyente que está, que aplauda, que grite. Se recibe mucho ahora por whatsapp y por twitter”.
“A veces viajamos con el plantel y después pagamos el hotel nosotros o se hacen canjes colegas. Somos cada vez menos pero hay un sistema de conexiones que se mantiene y se da que te vayan a esperar para compartir una charla o un buen momento. Siempre preferimos línea fija para transmitir porque los celulares no son tan confiables, muchas veces hay que pedir permiso y tirar metros y metros de cables. Otra cosa que tiene la categoría es que estamos muy en contacto con los entrenadores, que se prestan mucho y hay que agradecerles”, amplía Vergara, quien guarda como recuerdos haber integrado el equipo en el retorno de Ricardo Porta (histórico de los Argentinos) al relato tras 30 años en aquel ascenso de Unión al TNA en Córdoba. “Ese día se descompuso Pepe Grandinetti, que estaba con una radio colega, y terminó internado en medio del partido. Gracias a Dios hoy lo podemos contar todos con una sonrisa”, rememora.
Gonzalo Paccioretti (Radio Estación de San Francisco), lo vive desde un costado muy especial: “Quise ser jugador y después lo canalicé en el relato, ya era hincha de San Isidro desde antes de tener esta oportunidad, así que poder estar, generar la relación con los jugadores que se da en el TNA, es muy particular”.
Si bien el streaming que brinda el sitio de la Liga Nacional se transforma en un complemento para las radios y sobre todo para los amantes del básquet, Claudio Urquia (Radio Belgrano de Suardi, sigue a Tiro Federal de Morteros) encuentra el camino para marcar la diferencia: “Aprendés a leer el partido, le sabés poner emotividad, disfruto mucho. Hay que ofrecer un muy buen antes y después del partido, ahí donde no está el streaming. Buscar los testimonios, marcar la diferencia y darle a la audiencia lo que no le da la imagen”.
“Tengo la suerte de viajar con la delegación en esta etapa de giras así que me gusta estar con tiempo, buscar mi lugar en el estadio, conocer datos y así nutrir la transmisión. Me acuerdo de un partido en enero y con mucho calor en Sarmiento de Resistencia en la que bromeaba con los jugadores porque yo iba a tener aire acondicionado en la cabina. Bueno, nunca me lo prendieron y fue tremendo lo que sufrimos”, anota como anécdota Urquia, otro de los que acumula millas de viaje a puro esfuerzo.
Si de recuerdos se trata, Emanuel Pascual (LU20 Radio Chubut) tiene uno increíble siguendo a Huracán de Trelew: “Jugaba Huracán en Chivilcoy ante San Lorenzo y eran más de 20 horas de viaje en colectivo. En todo el trayecto, que primero fue a Retiro y después a Chivilcoy hubo un tremendo caos, cortes de ruta, colectivos que se rompen, demoras, piquete. Pasó de todo y como no llegaba a tiempo al partido tomamos una transmisión, pero yo ya estaba en camino. Llegué al estadio con el partido terminando, cuando faltaban nada más 5 décimas y Huracán perdía por uno. Byron Johnson lo ganó con una cachetada y ahí arrancó la buena racha del equipo de Beto Martínez que llegó a semifinales. Vi esas décimas nada más”.
Emanuel soñó con el que hoy es su trabajo desde chico: “Hace casi 10 años que relato básquet y a Huracán en todas las participaciones nacionales, es una pasión que tengo desde chiquito cuado escuchaba a Carlos Alberto Melano, que seguía a Deportivo Madryn, los relatos de triples de Mario melanesio no me los olvido más. Tiene una adrenalina única. Me gusta escuchar el básquet por radio”.
Así como los diarios de papel siguen vivos cada mañana para traer las noticias que generan agenda, las transmisiones radiales mantienen su vigencia, son sólida opción no sólo por tradición ni costumbre, sino por ese espíritu envolvente que invita a confiar, a escuchar e imaginar, a ver lo que no se ve y emocionarse hasta las lágrimas con alguien que está a cientos o miles de kilómetros y a que siquiera se le conoce la cara. En la ruta, las voces del básquet que hicieron el boca a boca de la Liga desde su génesis. Gracias por estar en el aire.
Informe: David Ferrara.