Quilmes se ha convertido en una especie de piedra en el zapato de Bahía Basket. Anoche lo dominó con autoridad en el primer tiempo y en el complemento, cuando el horizonte se había oscurecido luego de un mal tercer cuarto, reaccionó con mucho corazón y de la mano de otra noche genial de Luca Vildoza para dar vuelta la taba e imponerse por 75 a 68 en una nueva jornada de Liga Nacional de Básquetbol.
La movilidad ofensiva “tricolor”, el simple juego de juntar marcas y descargar, más una alta efectividad en los lanzamientos exteriores, martirizó de movida a los bahienses.
Iban nada más que tres minutos de partido y Quilmes se imponía 11-2, dominando todas las facetas del juego. Ese arranque gravitó sobre toda la primera parte. Bahía Basket corrió siempre de atrás, tomando más riesgos que los habituales.
El equipo marplatense, en cambio, jugó tranquilo, apoyado en una gran gestión defensiva y en los bombazos de tres puntos de casi todos. Después de dos consecutivos de Flor y Vildoza, sacó la máxima (19-6) cuando todavía faltaban más de cuatro minutos por jugar en el primer cuarto.
Bahía Basket corrigió luego cuestiones defensivas. Confió más en el cara a cara. Ayudó menos para no sufrir tanto con la jugada del rompimiento y descarga. Así, y con la energía de la rotación, detuvo la escapada, aunque no consiguió achicar la brecha.
Quilmes se mantuvo adelante con algún acierto exterior más y la magia de Vildoza, quien en el primer tiempo anotó todos sus tiros al canasto. Con ese argumento, se fue al descanso largo 45 a 32 arriba.
Nada hacía presagiar lo que ocurrió en el tercer cuarto. Dios sabe de dónde Bahía Basket, con la carga de partidos que tiene sobre sus espaldas, encontró tantas energías. Creció tanto defensivamente que en ocho minutos y diez segundos permitió apenas dos puntos de Quilmes. Con mucha pierna, pero también con la inteligencia de no caer en la tentación de ayudar sobre la pelota.
La eficacia de su defensa lo liberó adelante. Los tiradores, particularmente Redivo, destrozaron a Quilmes. Pero también lució el contraataque. Más la agilidad de Vaulet. Y además estuvieron los puntos de segundas instancias, recogiendo varios rebotes largos a raíz de lo mucho que hundió su defensa el equipo local.
Un increíble parcial de 24-2 en esos ocho minutos y fracción dieron vuelta totalmente el partido. Quilmes ingresó a jugar 49-58 abajo el cuarto final.
Pero tampoco estaba todo dicho. El elenco local salió a vender cara su derrota y a disputar cada pelota como si fuera la última. Como en el primer tiempo, volvió a dominar con su defensa. Sufrió, como siempre, con el rebote propio. Pero capturó varios vitales en el aro de enfrente. Las segundas instancias de Basualdo apoyaron las reapariciones en escena de Ruiz y Vildoza.
Precisamente, con tres tiros libres del base, a falta de 2’, Quilmes volvió a pasar al frente 70 a 67. Y en el siguiente ataque un pase de faja sensacional de Vildoza para limpiarle la cancha a Basualdo estiró la ventaja a cinco antes de ingresar al minuto final. Los hinchas “tricolores”, a esa altura, deliraban. Y mucho más cuando Clark clavó el triple decisivo a falta de 9”. El vuelco estaba consumado.
Síntesis | LNB – Juego #33
Quilmes (Mar del Plata) 75: Luca Vildoza 19, Eric Flor 7, Tracy Robinson 7, Ivory Clark 11 e Iván Basualdo 14 (FI); Enzo Ruiz 9, Bruno Sansimoni 2, Ariel Eslava 4 y Jeffrey Merchant 2. DT: Javier Bianchelli.
Bahía Basket 68: Facundo Corvalán 3, Lucio Redivo 20, Juan Pablo Vaulet 17, Jamaal Levy 4, Anthony Johnson 7 (Fi); Máximo Fjellerup 9, Ariel Ramos 3, Jerel Blocker 0, Hernán Jasen 1 y Fermín Thygesen 4. DT: Sebastián Ginóbili.
Parciales: 26-15, 45-32 (19-17), 49-58 (4-26) y 75-68 (26-10).
Árbitros: Fabricio Vito – Julio Dinamarca.
Estadio: Polideportivo Islas Malvinas (Mar del Plata).
Fuente: Sebastián Arana (La Capital).
Fotos: Carlos de Vita.