Después de varios días de silencio, en los que se llevó a cabo la votación de los iniciales para el próximo All-Star Game de la NBA, Emanuel Ginóbili contó en su habitual columna del diario La Nación cómo vivió la «campaña» social para que sea uno de los elegidos. También hizo referencia a su lesión, que lo alejó de las canchas al menos por dos partidos, y mencionó cuál es la aspiración de estos Spurs que luchan día a día con la presencia intermitente de Kawhi Leonard. Pasen y lean.
Realmente aprecio y agradezco el tiempo y el esfuerzo que todos hicieron para llevarme al All-Star Game. Entiendo el cariño de la gente y me reconforta tanta generosidad, pero creo que no merecía ni de cerca estar en una cita así. Es un espectáculo para jugadores que tienen presentes mejores que el mío, como Curry, Harden, Westbrook, Klay Thompson, Jimmy Butler, Lillard, McCollum, Lou Williams, Chris Paul… Lo merecen más, así de simple. Yo ya tuve mis oportunidades y las disfruté, porque es algo fantástico formar parte de eso, pero ahora es tiempo de otros. Y la verdad es que el All-Star Game no es un reconocimiento a la carrera, no es un Oscar o un Martín Fierro a la trayectoria, sino que es un premio a los mejores jugadores de la temporada.
Debo confesar que al principio, cuando comenzó esta campaña del All-Star, me resultaba un poco divertido ver cómo algunos creían, convencidos, que yo merecía estar ahí. Pero si uno mira, despojado de emociones, cómo se desarrolla la NBA y se detiene en los números, en la influencia de ciertos jugadores en sus equipos, se da cuenta de que no había ninguna chance de que yo entrara. Cuando esto de los votos comenzó a crecer, cuando dejó de ser una movida de mis seguidores habituales y entraron en escena los jugadores de la selección de fútbol, el presidente, gente de la televisión de Argentina, empecé a inquietarme porque no sabía qué hacer con todo ese apoyo.
Lo bueno en toda esta historia es que la NBA hace ya unos años cambió la forma de selección de los titulares del partido y eso le dio más equilibrio a la elección. Antes se consideraba principalmente el voto popular, y ahora se involucró también a los propios jugadores y a los periodistas. Eso me pareció una decisión muy acertada, porque da una sensación de mayor legitimidad a los participantes. Si los actores principales no te votan y los que analizan el juego tampoco, por algo será. Por eso digo que valoro el afecto de la gente, en especial, de Argentina, pero está muy bien que la NBA tenga esta regla, porque permite que vayan los que están teniendo la mejor temporada y no que accedan al quinteto inicial solamente los más populares. En definitiva, agradezco el cariño de todos, pero no estar en el All-Star es lo más justo.
Por eso, ahora que ya pasó toda esta locura, vuelvo a enfocarme puntualemente en recuperarme del golpe que recibí el otro día contra Atlanta. Me asusté en un principio, porque nunca había reaccionado la pierna de esa manera. Cuando llegué al vestuario se me había inflamado el cuádriceps. Había tenido otros golpes así, pero este me precupó porque tenía un edema grande. Sin embargo, fue cediendo y me relajé. Ahora voy a comenzar a correr y a tirar al aro, ya que mi intención es estar nuevamente mañana en la cancha, frente a Indiana.
La verdad es que estoy pasándola bien, por eso quiero jugar. Estoy en un momento en el que la confianza me ayuda, por eso se dieron algunos partidos en los que hice más puntos. El año pasado por momentos no la encontré. Al comienzo de la temporada, tampoco, porque ayudaba al equipo pero no metía una. Y en los últimos partidos cambió la cosa, aunque también tengo claro que al no estar Kawhi la pelota está más en manos de otros y eso también me dio esta confianza. Con los cierres ante Boston y Dallas, más los juegos en los que metí más puntos, como contra Phoenix y Portland, pasé por un momento lindo porque desde hacía un tiempo no me sucedía. Me agarró ese tipo de rachas y lo difruté un montón. Con los pies sobre la tierra, pero lo disfruté. Lógicamente, sabiendo que son cosas de los altos de una temporada que también tiene bajos.
Y en ese contexto, también sé que entra este calendario, que es muy complicado, un poco raro. La NBA mejoró mucho el tema de los back-to-back, los partidos en días consecutivos, que pasaron de ser 17 a ser 14, pero este año nos tocaron giras de seis o siete días y después volvimos a casa. Así, un par de veces. Por suerte anoche jugamos con Toronto Raptors el último como visitantes de esta tanda y ahora nos quedaremos varios días en San Antonio, lo cual nos ayudará a recuperar bastante al grupo. No sólo en cuanto a lo físico, sino también de la cabeza, porque está bueno quedarse en casa, tomar aire, relajarse… Hasta vamos a poder entrenarnos un poco. Me parece que esto va a darnos una mano, nos viene bien antes de la Gira del Rodeo.
Esta temporada es algo extraña también por las lesiones que tuvimos. Me parece que nunca viví una así, con el jugador principal, Leonard, actuando dos partidos y parando otros dos o tres para recuperarse o sentirse mejor. Este es un equipo armado para contar con él. No podemos encontrar un equilibrio. Me parece que defensivamente estamos bien y que eso es lo que nos mantuvo donde estamos. Pero ofensivamente estamos teniendo problemas, está costándonos anotar. De todas maneras, nos ayuda la temporada terrible que está teniendo LaMarcus, que nos sostiene en muchos partidos. Pero nos faltan puntos y lógicamente extrañamos a Kawhi, pero extrañamos al Kawhi sano, no al que juega dos partidos y no puede hacerlo en los dos siguientes. Tenemos que esperar que él se ponga bien y pueda estar los 30 o 35 minutos que el equipo necesita de su parte para funcionar como corresponde.
Pero no es solamente lo que le pasa a Kawhi, porque también sufrimos la baja durante la temporada de Kyle Anderson; cuando él volvió, cayó Rudy Gay, que es nuestro segundo goleador; después fue Danny Green, que tuvo un problema en un aductor… Todo fue muy raro. Pop estuvo experimentando un poco para ver con qué equipo jugaba. Esto no nos permite ser lo regulares que nos gustaría. De todas formas estamos prendidos, aunque lejos de Golden State. Pero estamos en los primeros puestos y con buena marca de victorias y derrotas. Lo bueno es que faltan más de 30 juegos y tenemos tiempo para prepararnos para lo que cuenta, los playoffs, que para este equipo son lo primordial. Nuestro objetivo está enfocado ahí.
Fuente: La Nación.
Foto: NBA.