Como Pancho por su casa, Hernán Jasen decidió volver a calzarse la verdirroja para dar una mano. ¿Por qué no? Hace poco anunció su retiró, sí, pero del nivel profesional. Y, ello, no le impedirá hacer lo que esté a su alcance para que Leandro Alem sufra lo menos posible. La meta es que despegue de la incómoda situación en la que navega. En la contundente victoria sobre Pueyrredón por 93 a 74, el hijo pródigo del club de calle Azara se despachó con 19 unidades (3-4 t3, 2-5 t2 y 6-6 t1), 14 rebotes, 4 asistencias, 3 robos, 2 pérdidas, 3 faltas cometidas y 4 recibidas. Englobó un coeficiente de 35 de valoración. Claro, El Pibe de 40 retornó, está activo y fue el más valioso del cotejo. Lejos. Y prometió que habrá más funciones…
En la previa, al momento de confeccionar la planilla nada hizo llamar la atención. Tampoco, mientras los elencos realizaban los movimientos precompetitivos.
Hasta que alguien avisó: «Rotta no juega, está lesionado». Bien. «Entonces, ¿quién va con la ’14’?», preguntamos…
Y en ese mini instante, al unísono se produjo la levantada de vista, conjuntamente con la respuesta del apuntador: «Hernán Jasen».
A partir de allí, tras abrir grande los ojos, pasó a ser una noche distinta, con más condimentos.
Pancho acaba de dar por clausurada su etapa como jugador profesional, pero nada ni nadie lo hará renunciar a darle una mano a su Alem. Por ello, dijo presente en el Vicente Palermo con apenas una práctica junto al plantel.
Ello bastó para que se adueñara de la escena, se robara todas las miradas y volviera a colmar las expectativas: el verdirrojo se reencontró con el éxito tras dos caídas en fila, dando fácil cuenta de Pueyrredón por 93 a 74. Y Jasen arrojó 35 de valoración, producto de 19 unidades, 14 rebotes, 4 asistencias, 3 robos, 2 pérdidas, 3 faltas cometidas y 4 recibidas…
El huésped estuvo todo el tiempo al frente.
Largó con altísima presión en el campo, plantando un cinco inicial de enorme volumen físico que dejó sin campo de acción al auriazul. Los alemnistas fueron tomando distancia, fundamentalmente con el brasileño Rafael Paulichi (1-2 t3, 2-2 t2 y 1-1 t1): 5-12 y 9-22.
El dueño de casa apostó a una zona para tratar de contener el vendaval, pero los 2m10 del también carioca Pedro Ianguas produjeron dolores de cabeza en ambas zonas pintadas. Y, para colmo, sobrevinieron bombazos de Jasen y del picante Caio De Souza, colaborando para que ese primer lapso culmine 13-28.
Ya en el 2ºC, Alem también halló una vertiente ofensiva en Walter Gigena (2+1). Además, Pancho continuó gravitando y Agustín Astradas la mandó a guardar desde lejos, posibilitando la máxima de 23-44 a 3m42s del entretiempo.
En lo sucesivo, Pueyrredón se animó más, sobre todo con Roberson (6) desafiando a las torres rivales y añadiendo el empuje de Luciano Fernández (triple+doble), aunque nunca pudo bajar la friolera de 15 unidades de desventaja: 29-44.
Hice un entrenamiento para saber las jugadas, porque no estaba muy al tanto. Tampoco sabía cómo iba a responder físicamente, pero anduve bien y si tengo que descansar para jugar así, lo haré. Es clave para nosotros hacer un colchón de partidos ganados, nos estamos jugando cosas importantes y hay que seguir en esta senda, porque alejarnos de abajo nos va a dar tranquilidad. En esta cancha es difícil ganar, no cualquiera lo hace y nosotros ganamos con autoridad. Calculo que estaré hasta fin de año, pero iré viendo los partidos… Algunos jugaré, otros no. Las ganas de jugar siempre están y más por el club, pero a veces el cuerpo te dice que no y que necesita descanso. Iré regulando, más allá de que viene el tiempo lindo. (Hernán Jasen-L.N. Alem).
Tras el descanso largo, Jasen activó otra granada en apenas 22s (33-51).
No obstante, se pasaría a vivir de los mejores pasajes del Purre en la noche. Porque dejó las dudas de lado, Roberson facturó de tres y de dos, encendió turbinas Matías Chaves (7) y Luciano Fernández se hizo notar. De ese modo, reaccionó clavando un 8-0 (41-51).
Enfrente siempre hubo alguien que salió a apagar el incendio, como Caio (8), que lideró el parcial de 8-2 (43-59); a lo que Purre le respondió con más personalidad y un Roberson desafiante (49-61). Sin embargo, entre Jasen y Gigena se las ingeniaron para volver a despegarse (49-65 y 54-70) en la recta final de ese penúltimo acto; situación que Pueyrredón supo capear mediante Chaves-Roberson para hacer negocio al ingresar al último período expectante: 60-72.
Y, más ilusionado estuvo aún, después de la conversión triple de Chaves en los primeros 15s de ese 4ºC (63-72).
Pero no.
En lo sucesivo, todo resultó rojo, verde y blanco.
Porque Gigena también respondió desde los 6m75 (63-77) y poco después se asoció con Juan Menna para escaparse a 65-83, con 5m18s en el electrónico.
A Pueyrredón ya se le hizo muy cuesta arriba.
Y mientras Jasen reboteaba seguido en Alem, Menna encestó otro doble y el propio Pancho le bajó la persiana a la velada con su tercera bomba, a 3m07s del epílogo: 65-88 y a otra cosa.
Segundos después, exactamente a 2m46s del final, Maceratesi sentó para siempre a Jasen. ¿Qué más le podía pedir?…
Allí, ambos entrenadores coincidieron en darle paso a sus juveniles.
Y estuvo bien.
Alem lo ganó lo más Pancho.
Síntesis | Primera División – Segundo Tramo – Fecha #12
Pueyrredón 74: Luciano Fernández 11, Matías Chaves 17, José Belleggia 5, Eddie Roberson 20, Marcos Fernández 5, (FI); Damián Foulkes 3, Gastón Rivera 7, Juan Ignacio Scattolini 4 (x), Gonzalo Roqueta 0, Pablo Pérez Pavón 2 y Santiago Segal 0. DT: Mauricio Vago.
L.N. Alem 93: Caio De Souza 14, Santiago Pascual 14, Rafael Paulichi 12, Hernán Jasen 19, Pedro Ianguas 11, (FI); Walter Gigena 14 (x), Augusto Priore 2, Agustín Astradas 3, Juan Segundo Menna 4 y Santiago Loos 0. DT: Franco Maceratesi.
Parciales: 13-28, 33-48 (20-20), 60-72 (27-24) y 74-93 (14-21).
Árbitros: Horacio Sedán – Néstor Schernenco.
Estadio: Vicente Palermo (club Pueyrredón).