Los entrenadores de la ciudad tomaron la sartén por el mango y elaboraron un plan de acción para lograr la vuelta del básquetbol local. Hay esperanzas de poder jugar en Primera, Segunda y Femenino.
No todo está perdido de cara al 2021 en el ámbito de la Asocación Bahiense de Básquetbol. Luego de nuestra nota del lunes acerca del contrapunto entre dirigencia y jugadores, un estamento no menos importante tomó la palabra.
El Centro de Entrenadores de Básquet de Bahía Blanca, en la voz de su mesa chica integrada por Federico Iriburo, Mauro Polla y Gastón Fernández, lideró la iniciativa y tras un par de reuniones (una masiva entre pares, la otra privada con el presidente de la ABB), encendió la ilusión del regreso a las canchas.
«Las reuniones fueron muy positivas. Mostramos nuestro interés en trabajar para poder jugar este año, y notamos lo mismo de todas las partes involucradas», reconoció Mauro Polla. «Ahora dependemos de una habilitación municipal y provincial que nos dé el okey, y desde el CEB nos pusimos a disposición para formar parte de la solución, ya sea presentando algún formato de disputa de torneos, o dando una mano con los protocolos que sean necesarios», avisó el coach de Leandro N. Alem.
La cuestión clave para el inicio en Primera, Segunda y Femenino es un ítem fundamental como el de los hisopados, cuyo costo por partido se convierte en imposible de afrontar para los clubes locales. La propuesta es dejarlos de lado por un tema económico, ya que se considera que forma parte de las obligaciones necesarias para las ligas profesionales. En su reemplazo, se incluirían declaraciones juradas de cada protagonista de los partidos, jugar en escenarios que puedan ser ventilados, obligación de aislamiento del equipo completo en caso de un infectado, entre otras pautas a conversar.
Federico Iriburo, presidente del CEB, se mostró entusiasmado tras las últimas reuniones. «La idea es jugar todo lo que podamos mientras podamos, y de acuerdo a cómo se desarrolle la pandemia, vacunas y demás. Lo primero que queríamos es poder entrar a las canchas, nos hacía ruido que hubiera entrenadores que no podían empezar a trabajar hasta que no hubiese fecha de inicio», le dijo a Gente de Básquet.
Los DTs dieron el paso al frente. ¡Grandes!