EBA, como sus siglas lo indican: Entrenamiento de Básquet Amateur, es una idea que comenzó a gestarse en un asado entre amigos y que fue creciendo exponencialmente desde su fundación en el año 2017. Hoy en día, la actividad nuclea a una gran cantidad de ex jugadores que intentan seguir ligados a la naranja y de personas que buscan incursionar en el aprendizaje del deporte de los cestos. Nacida desde la cabeza de su impulsor Juan Ignacio Pasquarella, el 22 de Octubre estará dando inicio a su segundo torneo del año. El mismo, se denominará TBA (Torneo de Básquet Amateur) y se jugará de manera íntegra en el Dow Center. Pasen y entérense las movidas del básquet amateur en la Capital Nacional de la mencionada disciplina.

“Actualmente, con la pandemia ya un poco más flexible y la mejor de las buenas energías, hemos vuelto a la presencialidad en la cancha de 9 de julio para divertirnos entrenando. También, próximamente pondremos alguna nueva sede y daremos inicio a la segunda edición del Torneo de Básquet Amateur”.

La frase corresponde a Juan Ignacio Pasquarella, fundador e impulsor de EBA (Entrenamiento de Básquet Amateur) y TBA (Torneo de Básquet Amateur).

Con el sueño y el objetivo de brindarle a la gente la posibilidad de volver a entrenarse como cuando eran chicos y de hacer algo distinto al famoso “picón”, desde la cabeza de “Juani” – para quienes lo conocen bien – emanó la idea de encarar el proyecto del básquet amateur.

Bajo esas premisas fue que comenzó a hacer realidad aquella idea que había soñado desde que dejo de jugar oficialmente. Así, en Octubre del año 2017 inicio con el desarrollo de esta actividad denominada EBA en el estadio José Martínez del Club Villa Mitre. En principio con un grupo reducido de inscriptos pero con la prioridad de poder volver a entrenarse y divertirse con una pelota de básquet.

El paso del tiempo y el contacto permanente con buena gente provocó que la actividad tenga un crecimiento exponencial. Las buenas recomendaciones de muchos entrenadores de jerarquía hacía la persona de “Juani” y su trabajo como entrenador, acercaron a muchos interesados (ya sean ex jugadores o gente que simplemente quería aprender el deporte) que llenaron el cupo de asistencia durante ese primer año de actividad.

Motivados a seguir por ese camino, en los años siguientes continuaron sumando canchas para brindar una mejoría en los entrenamientos. Fue así, que en el año 2018 abrieron la sede de EBA en el Club Bahiense del Norte y durante el 2019 lo hicieron en los clubes Leandro N. Alem y 9 de Julio.

Sí bien es cierto que EBA también sufrió los efectos de la pandemia mundial de coronavirus, también es cierto que supo reinventarse y salir a flote. Entre esa reinvención apareció el desarrollo del TBA (Torneo de Básquet Amateur). El mismo, ya tuvo una primera edición (se disputó desde Marzo hasta Agosto del presente año) que consagró al equipo de Miami Tropics tras derrotar 2-0 a Clandes Team en la finalísima.

La idea de desarrollar el mencionado torneo, nació por querer dar un salto de calidad en los entrenamientos y otorgarle otro espacio más al básquet amateur. Así mismo, otro factor fundamental fue el flujo de gente que comenzaron a tener los entrenamientos; en donde se llegó a tener a más de 100 personas entrenando.

Es para destacar la importancia de ambas movidas, ya que reúnen a muchas personas que se reparten entre quienes se quieren iniciar en la disciplina o ex jugadores que buscan despuntar el vicio y seguir ligados al deporte por excelencia de la ciudad.

Así es el panorama de estas actividades que surgieron como ideas en un asado entre amigos, se convirtieron en realidad allá por el 2017 y que hoy en día se encuentran creciendo a pasos agigantados.

¿Juani cómo surgió la idea del básquet amateur en Bahía? ¿Y por qué decidiste afrontar este desafío?

– Antes que nada buenas tardes (risas), la idea del básquet amateur surge teniendo una charla entre asado con dos amigos ex jugadores. Ellos me comentaban que no tenían lugar donde entrenar y yo les contaba que estaba pasando por algo similar. Imagínate que yo hacía meses que había dejado de jugar y fue muy difícil pasar de entrenar 2 o 3 horas todos los días a no hacer nada. Fue ahí que uno de ellos contó que estaba jugando y entrenando fútbol con gente amateur; entonces me surgió la idea de arrancar este proyecto. Teniendo en cuenta que yo ya era entrenador hacía varios años y sumado a mi filosofía de que lo más importante siempre es disfrutar del deporte, cosa que se ve reflejada a flor de piel en los entrenamientos, fue que inicie con este gran desafío.

¿Qué tiene de distinto entrenar a gente amateur o jugadores retirados con respecto a equipos que compitan de manera oficial?

– Realmente es otro mundo, es raro entrenar a gente que no juegan o compiten todos juntos en un mismo equipo. En ocasiones me ha tocado de que venga gente que jugó liga nacional y es bastante llamativo eso. Otro tema muy peculiar es el hecho de las edades, ya que muchos son más grandes que yo. Más allá de eso, creo que el respeto mutuo hace que a la hora de entrenar cada uno ocupe su lugar y todo fluya de forma correcta. Por tal motivo, sea amateur, competitivo, categoría A, B, C o lo que sea, yo me tomo cada entrenamiento como si fuera la NBA porque para mí mi grupo de entrenamiento es mi NBA.

¿Es muy difícil planificar los entrenamientos? ¿Qué recaudos se deben tomar a la hora de elaborarlos?

– Es complicado de explicar porque ni yo sé cómo es que realmente fui aprendiendo (risas). Sin embargo, a medida que avance con los entrenamientos me fui dando cuenta de muchas cosas que sirvieron para ir mejorando día a día. A pesar de eso, muchas veces se torna difícil y complicada la planificación de los mismos, ya que nunca sabes la cantidad exacta que asistirá. Es por eso que hay que llevar varios entrenamientos sobre un mismo concepto, lo que permitirá que se puedan acomodar o complementar entre ellos y se puedan adaptar a las inclemencias con las que te encuentres al momento de llegar a la cancha. El número, las edades, los niveles, los conceptos y las ganas son todos son factores variables que requieren un trabajo de extra-planificación para acomodarlos y lograr que todos puedan desarrollar un buen entrenamiento.

Trasladándonos al tema del torneo que está próximo a iniciar, ¿cómo surgió la idea de realizarlo?

– La idea del torneo nace un poco por el flujo de gente que comenzaron a tener los entrenamientos (había más de 100 personas entrenando) y por querer dar un salto de calidad en los mismos. También, por una filosofía propia mía de querer brindarle a alguien la posibilidad de jugar y pasar buenos momentos ligado al básquet.

A principio de año ya se realizó una primera edición de este torneo, ¿qué tendrá de diferente esta segunda edición?

– En esta segunda edición vamos a intentar realizar un poco la idea base que es hacer que cada fecha se convierta en un evento donde pueda ir una familia y la pase bien. Es decir, que sea la habitual salida de domingo pero ligada al básquet. Es por eso que elegimos el Dow center para llevarlo a cabo porque creemos que es un lugar aislado y tranquilo donde hay muchas cosas para explotar. Buscamos poder ofrecer a la gente la posibilidad de ver un partido, comer algo, disfrutar de un espacio verde, algún que otro atractivo gastronómico y demás cosas sencillas que permitan pasar un rato más de lo que tal vez pueda durar un partido.

¿Cuáles serán los requisitos para inscribirse y cómo será el formato de disputa?

– Los requisitos son muy sencillos, formar un equipo y querer divertirse. Obviamente, también hay algunas formalidades lógicas como tener las camisetas del mismo equipo y con el color adecuado y el abono de una pequeña inscripción. Ese ingreso pertenece a todos los equipos, por ende regresará a ellos en forma de premios para los ganadores. En cuanto al formato del torneo, el mismo va a estar constituido de dos zonas aleatorias en donde se jugará mezclado para luego pasar a la zona de eliminación entre los ganadores y la definición de puesto entre el resto. De todas maneras puede sufrir modificaciones según la cantidad de equipos inscriptos.

¿Con qué nivel se puede encontrar un equipo que quiere participar del mismo?

– El nivel es completamente variable y se va modificando de manera autónoma a medida que avanza el torneo. De todas maneras, la idea principal es que todos puedan divertirse jugando al básquet.

Para ir finalizando, teniendo en cuenta tu punto de vista como impulsor de esta movida, ¿qué tan importante es para la ciudad que el básquet amateur tenga su espacio?

– Me halaga el papel de impulsor (risas). Esta disciplina de básquet es algo que siempre quise imponer porque considero que es súper importante la actividad física en el humano, tanto por diversión como por salud. Al jugador de básquet no le gusta el gimnasio ni salir a correr, le gusta jugar al básquet. Entonces poder mezclar el hacer actividad física con algo divertido ayuda mucho a la salud general. Así mismo, considero que es necesario un poco más de incentivo de parte de la ciudad en sí misma a través de eventos y apoyos. Nos llamamos a nosotros mismos la capital del básquet, que lo somos, y no tenemos un hincapié en el básquet social o en la cultura de básquet; por ejemplo, los aros en las plazas deberían ser más importantes que las hamacas en Bahía. Lo que digo no quiero que suene a crítica porque de seguro debe haber cosas más importantes o que uno no sabe bien cómo funcionan, pero creo que deberíamos hacer más hincapié en el deporte que siempre ayuda y sirve como una herramienta más de inclusión social.