En el Vaticano hubo fumata blanca en honor al nuevo Papa; en la avenida, hubo clásico. Y en un verdadero partidazo, Liniers se quedó con un triunfo vibrante por 70-67 sobre Napostá, gracias a un triple agónico de Alan García, casi sobre la chicharra.
La noche en el Antonio Palma comenzó con buen goleo y juego fluido, con Napostá intentando imponer condiciones. Guido Muzi arrancó su noche desde el banco con 6 puntos. En Liniers, se destacaba la figura del ex Argentino Tomás Del Sol, mientras Alan García empezaba a mostrar su juego. El cuarto cerró con empate en 17.
El segundo cuarto fue una contraposición de lo visto en el primero: el juego se volvió errático y de bajo goleo. Con los locales tomando la posta gracias a un parcial 12-1 en la primera mitad, destacando 6 puntos de Tomás Bruni para alcanzar la máxima de la noche (11). Liniers, con un buen cierre de 7-2, se fue al descanso 31-25 abajo, en un duelo muy defensivo.
Bautista Olivera mostró su mejor versión en el tercer cuarto para la visita, encadenando 8 puntos casi consecutivos que levantaron al Chivo y le permitieron pasar al frente. A partir de allí, el partido dio un giro de 180 grados y se transformó en un duelo de alto vuelo, con grandes canastas y constantes cambios en el marcador. No sorprendió que el cuarto cerrara 50-50, dejando todo por definirse en los diez finales.
El ocaso estaba cerca, y el partido escaló a niveles increíbles. Olivera continuó con la mano caliente, y en Napostá apareció un viejo conocido por los de enfrente: Joaquín Larrandart. García seguía asomando la cabeza en el Chivo. El anfitrión apostó por seguir cargando de faltas a sus rivales y, en los últimos compases del encuentro, con el partido igualado en 67, Liniers vio su chance tras el fallo de Muzi desde la línea.
Mauricio Vago decidió no pedir tiempo muerto, dejando en manos de sus jugadores la última jugada del encuentro. Franco Ferrari capturó el rebote y, con 12 segundos en el reloj, entregó la pelota a Emmanuel Paredes. Gracias a una gran cortina de Olivera, se abrió el camino para que Paredes amagara al aro y, en el momento exacto, asistiera a Alan García, quien esperaba desmarcado en la esquina derecha. Con solo dos segundos restantes, García levantó el brazo y, en un disparo magistral, clavó el triple que selló el triunfo de Liniers por 70-67, en el clásico de la avenida.
En un campeonato al rojo vivo, y ya sin invictos desde la tercera fecha, Liniers supera el golpe de la fecha 1 y ya se coloca con récord positivo. Mostrando una gran versión ante un gran equipo de Napostá, que, aunque se encuentra 1-2, ha sabido pelear todos sus partidos ante equipos de punta.


« Jugamos con mucha intensidad, nos pasamos bien la pelota; esa fue la llave del último tiempo y poder quedarnos con el partido. Yo creo que el torneo es muy parejo y puede ser para cualquiera, así que vamos a ir por cada partido que tengamos la oportunidad. » Alan García, Liniers.

Síntesis – Primera – Fecha 3
Napostá 67: Gastón Torres 5, Leonel Alemany 3, Joaquín Larrandart 9, Kevin Zambrano 7, Segundo Vasconcelo 7, (FI); Guido Muzi 16, Nicolás Quiroga 13, Tomás Bruni 7, Kevin Hernández 0, Sebastián Suarez, Nahuel Amaya, Enzo Roth. DT: Fabricio Piccini.
Liniers 70: Emmanuel Paredes 15, Alan García 21, Tomás Del Sol 8, Franco Ferrari 11, Bautista Olivera 13, (FI); Julián Marinsalta 2, Genaro Groppa 0, Nicolás Ramos 0, Alejo Ayude, Tomás Sabatini, Diego Olave, Franco Severini. DT: Mauricio Vago.
Parciales: 17-17, 31-25 (14-8), 50-50 (19-25), 67-70 (17-20).
Árbitros: Juan Cruz Schernenco – Horacio Sedán – Mauro Guallan.
Estadio: Antonio Palma (Napostá).