El proyecto estará a cargo de Sebastián Uranga y apuesta a sumar jóvenes de buena talla a la práctica del básquetbol. En esta nota todos los datos del programa y los principales requisitos. «Queremos llegar a todos los puntos posibles», señaló el ex pivote. Las estaturas mínimas que se exigen para la inscripción son: 1,82 para chicos de 12 años, 1,85 para chicos de 13, 1,89 para chicos de 14, 1,95 para chicos de 15 y 2 metros para chicos de 16.
Uno de los puntos centrales del nuevo proyecto deportivo de la Confederación Argentina de Básquet es el plan «Altura 2015», que, coordinado por Sebastián Uranga, apuntará a la detección y reclutamiento de jugadores de buena talla no necesariamente federados.
El plan, para el que se elaboró un fuerte plan comunicacional, tiene como objetivo captar chicos de buena estatura y sumarlos a la disciplina, si es que nunca la practicaron. Para ello, Uranga viajará por el país y tendrá contacto con siete coordinadores regionales, que a la vez serán asesorados por representantes federativos de todas las provincias.
«Para nosotros es elemental el DATO. Cualquier información sobre un chico alto, de cualquier lugar del país, será de importancia para la CABB. Queremos llegar a todos los puntos posibles, charlar con profesores de educación física en las escuelas, profundizar la búsqueda. Estoy ilusionado, esperamos durante mucho tiempo una oportunidad así», señaló Uranga.
Las estaturas mínimas que se exigen para la inscripción son: 1,82 para chicos de 12 años, 1,85 para chicos de 13, 1,89 para chicos de 14, 1,95 para chicos de 15 y 2 metros para chicos de 16.
Los jóvenes que cumplan con este requisito básico deberán llenar el siguiente formulario y en el transcurso de las siguientes 48 horas hábiles, serán contactados por CABB. Paralelamente, si hay terceros que tienen información de un joven que pueda cumplir con lo demandado, pueden colaborar completando este otro formulario.
«Lo importante es que todos (nosotros también) entendamos que cada chico es un tema supremo, que nos trasciende y que el básquet argentino debe apostar por él», expresó el ex pivote. Y amplió: «El camino que tenemos que seguir arranca por la captación. Después debemos comprobar que el joven está dentro de los parámetros (básicamente en la relación edad/altura) y a partir de ahí charlaremos con los padres, haremos los estudios correspondientes y, si todo va bien, los incorporamos al proyecto nacional».
La apuesta es fuerte. Durante los meses pasados, el propio Uranga realizó un relevamiento para distinguir en qué lugares habitan los inmigrantes descendientes de países con un biotipo de buen porte, para luego tejer redes de contacto. «Insisto que la clave del éxito de nuestro plan parte del dato. De la información que podamos recolectar. La participación de terceros puede resultar determinante», concluyó Uranga.
Fuente: Germán Beder (Prensa CABB).