La Asamblea Extraordinaria de la Asociación Bahiense de Básquetbol aprobó en general la modificación del Estatuto y Reglamento que regía desde hace 20 años, en una intensa reunión que duró poco más de 80 minutos y que tuvo algunos cruces calientes y hasta el insólito pedido del delegado del Club Napostá de que nos retiráramos del lugar tras darse cuenta que estábamos… ¡informando! No te pierdas la cobertura exclusiva del único medio presente en un día histórico para nuestro deporte.
Puntualmente, y tras la media hora habitual de gracia que sirvió para que algunos terminaran de tejer de acuerdo a sus conveniencias en las veredas y los pasillos de 9 de Julio 62, la Asamblea Extraordinaria especialmente convocada y con un único orden del día de la ABB aprobó en general la modificación del Estatuto y Reglamento, aunque se guardó para la semana que viene la discusión de 7 puntos importantes que se estudiarán en profundidad.
Con 20 clubes presentes, a los que rápidamente pero con la reunión ya en marcha se les sumó Pueyrredón (y casi media hora más tarde ¿? Bahía Basket), fue Ariel Fernández quien en nombre de la entidad madre hizo uso de la palabra en primer lugar. «Quiero decirles antes que nada que el actual reglamento está vigente desde hace 20 años, por lo que bienvenidos sean los ánimos de cambiar si son para el bien de nuestro deporte. Pero creemos que las modificaciones que se quieren introducir son demasiado importantes para no discutirlas y analizarlas en profundidad», introdujo el integrante del Tribunal de Penas, políticamente correcto pese a que las caras de los miembros del Consejo Directivo no daban la sensación de coincidir con ese sentimiento.
Se mencionaron como datos salientes que el Estatuto vigente hasta hoy tenía 52 artículos, de los cuales se pretendía modificar 22, mientras que el Reglamento General constaba de 112 artículos, de los cuales se modificaron 38 y se eliminaron otros 28.
Pero cuando los representantes de los clubes ni siquiera habían terminado de acomodarse en sus sillas, fue otro integrante del Tribunal, el doctor Pablo Alonso, quien pareció querer cortar de raíz la Asamblea cuando planteó la necesidad de pedir una moción de cuarto intermedio, que el representante de Liniers Maxi Gorg (uno de los principales impulsores de los cambios, y el líder absoluto en el uso de la palabra) frenó inmediatamente. El vicepresidente chivo, abogado de profesión, aclaró que existió un previo encuentro privado el lunes pasado, en el que desde la ABB le objetaron sólo 5 puntos (luego se convertirían en los 7 que quedaron sujetos a revisión), y se negó rotundamente a terminar la reunión sin poder avanzar en lo que deseaban votar.
«Los clubes tienen el borrador del proyecto desde hace 5 ó 6 meses, pero recién hace unos días lo trajeron a la Asociación para participarnos», tiró Ariel Fernández. «No estamos rechazando el proyecto nuevo, sino haciendo observaciones que creemos importantes», agregó Alonso, insistiendo con la postura de la ABB.
Fue allí cuando Willy Cabo, delegado por Napostá, solicitó un cuarto intermedio de 15 días al notar que varios clubes no conocían en profundidad el proyecto. Y Néstor Diez, por San Lorenzo, fue más allá, y les preguntó a sus pares quiénes lo habían leído. La mitad no levantó la mano.
En medio de estas cuestiones, un gesto en la mesa que ocupaban los integrantes del Tribunal de Penas y el Consejo Directivo pareció no caerle del todo bien al Potro, quien se eyectó de su asiento y con voz firme mirando al frente pidió que no le falten el respeto. «Ya no tengo edad para eso», reconoció, en uno de los momentos más tensos de la noche.
Pero faltaba lo mejor. Mientras Gorg comenzaba a leer en voz alta los artículos que consideraba más importantes para llegar a un consenso que permitiera votarlos inmediatamente, Cabo se dio vuelta teléfono en mano para pedirnos que dejáramos de informar lo que estaba sucediendo, luego de haber leído nuestro tuit en el que simplemente se mencionaba su solicitud de un cuarto intermedio (el mensaje que motivó su enojo puede observarse textual en nuestra cuenta, para que cada uno pueda sacar sus propias conclusiones).
Y a continuación pidió a viva voz que desalojáramos el lugar, al que habíamos llegado con permiso previo a las 20.15 y en el que estuvimos visibles en todo momento, incluso saludando a cada delegado que ingresaba a la sala.
Lamentablemente no es la primera vez en la que Napostá se ve envuelto en una situación semejante con relación al ejercicio del periodismo. Fue el mismo club que intentó a principios de año modificar el lugar de nuestros cronistas en las canchas, empeorándolo. Lo que en su momento generó un rechazo masivo de todos los estamentos y hasta un duro comunicado de la ABB en contra de la medida, y defendiendo nuestro trabajo como era de esperar.
Volviendo a la Asamblea, no faltaba tanto después de todo. Liniers pidió aprobar en general el Estatuto y el Reglamento, y más adelante (en principio la semana venidera), votar artículo por artículo. Y así se hizo sobre las 21.45, dando por finalizada la reunión. Según se supo, nada dice el nuevo escrito sobre la regulación de las fichas mayores de cada equipo, ni la aceptación de que Punta Alta traiga a sus clubes a jugar a Bahía, ni tampoco un eventual cambio en las fechas de los torneos. Sí deja la potestad en la Asamblea anual de que los 22 clubes puedan llegar a jugar un torneo unificado alguna vez, si es que se decide por simple mayoría en alguna votación de algún febrero de estos.
Pequeño paréntesis antes del cierre: quien suscribe esta nota asiste a las Asambleas de la ABB desde hace exactamente 21 años. Cuando comenzamos a participar, veíamos a muy pocas de las caras actuales. A punto tal que algunos de los asambleístas de hoy son hijos de los que iban en aquel momento, algunos iban representando a otro club pero no al actual, otros lamentablemente nos miran desde el cielo. Pero nosotros seguimos en el mismo lugar desde hace más de 20 años. Tratando de hacer periodismo.