Compartimos la columna de Emanuel Ginóbili en el diario La Nación, en la cual realiza un análisis de la actualidad de San Antonio Spurs en la NBA, su particular visión del grupo y la relación con Diaw y Mills, su propia actuación y el futuro duelo con los temibles Warriors. «La realidad es que admiro el tipo de juego que están llevando a cabo, es divertido verlos. Pero cuando llegue el momento veremos cómo se los para», señaló.
Siento que estamos mejor de lo que pensábamos todos para este momento de la temporada. Con un récord impresionante, con casi 84 por ciento de victorias. Estamos jugando bien. El juego con los Knicks [ganó San Antonio 100-99, el viernes] quizá no fue nuestro mejor partido, pero hay veces que suceden esas cosas, porque veníamos de ganar muchos partidos por más de 20 puntos. Este es un muy buen momento. Jugamos partidos sin Tony (Parker), en otros sin LaMarcus (Aldridge) y sin Tony también, y ganamos bien. Mejoramos en la ofensiva, decaímos un poco defensivamente, pero son todas cosas que a lo largo de 82 partidos pueden suceder. Nuestro juego estuvo bastante apoyado en nuestra defensa en los primeros 30 encuentros, en donde estuvimos muy sólidos y mejor de lo que esperábamos para un equipo que tenía que agregar jugadores clave [por Aldridge y West]. Tenemos una de las mejores marcas defensivas de la liga y eso nos pone en un buen lugar. Simplemente tenemos que mantenerlo. No importa quién está bien un 10 de enero, lo importante es mejorar para cuando cuente más.
Todo esto que nos sucede, e incluyo poder jugar en buen nivel, haber ganado varios juegos por más de 20 puntos y tener un buen récord de local (22-0), se debe a que tenemos mucho talento, que hay muy buenos jugadores. Cuando nos enfrentamos contra equipos con cualidades, quizá te complica la primera unidad, otra veces las segunda unidad, pero es muy difícil encontrar un equipo que pueda sostener esa tendencia durante 48 minutos. Y la verdad es que nosotros sí lo estamos pudiendo hacer por nuestra rotación y eso nos pone en ventaja. No son muchos los equipos que se pueden dar el lujo de tener tanto material como nosotros. Y al estar defendiendo tan bien eso nos permite jugar con más facilidad en ataque, porque no estamos obligados a tomar tiros definitivos ni defender perfecto la última jugada. Quizá con los Knicks fue la excepción, porque tuvimos suerte que no entró ese último tiro [el de Calderón]. Lo que sucede, también, es que no estábamos llegando a esas situaciones. Así que la suerte no está teniendo un factor tan importante.
Al tener a Leonard [Kawhi], que es un animal defendiendo, que es uno de los mejores en ese rubro; a Tony, que ajustó muchísimo y esta temporada está tomando mayores desafíos y está presionando mejor a los bases; a Danny Green, que ya venía demostrando una mejora notable en la temporada, más la presencia siempre de Tim [Duncan] y ahora de LaMarcus [Aldridge], que es muy fuerte y muy largo, que toma muchos rebotes y molesta por su talla, hace que tengamos una ventaja importante. Tenemos mucho personal y eso marca la diferencia.
También encontramos muchas respuestas en jugadores que nos sorprendieron. Simmons [Jonathon] estaba en la liga de desarrollo porque no había arrancado bien, era muy nuevo, tenía mucha energía y no terminaba de encontrar el lugar justo. Sin embargo, cuando volvió de Austin nos resultó muy útil. Nos da algo que por ahí no tenemos los demás: esa frescura, esa velocidad, las corridas… Además es muy atlético, defiende bien y está metiendo el tiro cuando lo tiene. Es una sorpresa muy agradable. Es un chico que tiene hambre, ganas y confianza. Y Boban [Marjanovic] también es una grata sorpresa: ya sabíamos que era un buen jugador, fue uno de los mejores en la Euroliga el año pasado, pero no estábamos seguros si con esa talla (2.21 metros) iba a poder correr el campo como nosotros y encontrar sus minutos… Y la verdad es que cada vez lo que hizo, lo hizo muy bien. Nos da más profundidad y algo diferente, porque no tenemos un cinco de pintura y él nos da algo que no teníamos. Hasta Kyle Anderson, que a mí me encanta, nos ayudó mucho: es un jugador muy versátil, con 2.05 metros, que sube la pelota y la pasa bien. En los últimos partidos no jugó por esa rotación larga que hace que tengamos una buena cantidad de opciones a disposición. Estamos equilibrados y tenemos un poquito de todo.
También sucede algo especial para mí, que es la química con Boris [Diaw] y Patty [Mills]. Es algo espectacular. Nos sentimos muy a gusto en nuestros roles. Y fuera de la cancha es algo muy particular lo que nos pasa. Me hace bien compartir cosas con ellos. Tener esa confianza es importante, porque estamos contentos con la responsabilidad que tenemos dentro del equipo. Quizá alguno entiende que es un rol secundario, aunque nosotros no lo sentimos así. Quizá sea menos destacado, porque ninguno juega más de la mitad del partido. Yo juego 22 minutos, Boris 23, Patty 18 o 19 y los tres estamos contentos de hacer lo que hacemos. Estamos orgullosos de ser la segunda unidad y de entrar a cambiar partidos. Es una situación muy linda y ayuda a que el ánimo general sea bueno. Y no es un detalle menor que eso suceda, porque si los suplentes juegan bien y los titulares están con mala cara porque no entran lo suficiente o los que no salen desde el arranque quieren el puesto del que está adelante, todo podría ser incómodo. Pero acá, en San Antonio, eso no suceden y es muy positivo.
En las últimas semanas hubo algunas jugadas en las que anduve por el piso y terminaron bien, pero cada vez que hago una de esas, después me arrepiento, porque me duele la cadera, la rodilla, me pelo todo por los raspones del parquet y ya no me recupero tan fácil como cuando tenía 22 o 23 años. La realidad es que como sé que voy a jugar 20 o 22 minutos y me siento con la energía suficiente para jugarlos y los disfruto, es que lo hago intensamente. Todos nos rompemos el lomo para hacer las cosas lo más efectivas posible. En definitiva, es lo que nos gusta hacer. No es que lo hacemos porque es nuestro trabajo. Y eso hace que el machucón, aunque duela más de lo esperado, no importe tanto.
Estoy disfrutando lo que está haciendo el equipo y no me vuelvo tan loco cuando las cosas no salen. Pero es verdad que la adrenalina de los juegos y de la temporada me lleva a volver a mis instintos. Así que estoy peleándola para seguir siendo quien era el primer mes. Igual, si me comparo con 8 años atrás, la diferencia es abismal y me doy cuenta. Es que tantos años de ser de una manera, hace que en algunas oportunidades me vea envuelto en la misma vorágine. Por eso tengo que hacer un trabajo mental para ser quien quiero ser y disfrutar como quiero disfrutar estas últimas temporadas.
Sabemos que el partido con los Warrios [por Golden State] es un juego que todo el mundo espera y que puede servir para medir en qué situación estamos. A mí no me llega para nada todo lo que se habla. Y la verdad es que tampoco significa nada enfrentarlos, porque es un partido en el que nadie tiene muy claro quiénes van a jugar y quiénes no. Nadie sabe bien qué tipo de calendario arrastraremos. Entonces, pueden ganar ellos por 30 puntos o nosotros ganarles por la misma cantidad y no va a cambiar nada. Todo puede suceder porque es la NBA. Entiendo que no será determinante qué pueda pasar en ese juego y tampoco será definitivo. Por eso entiendo que lo espera más la gente y la prensa que nosotros mismos. Van 40 partidos de temporada y ellos perdieron dos veces ¡Es increíble! Pero no hay nada que podamos hacer ni modificar al ganarles, porque podemos llegar a quedarnos con 3 partidos, pero eso tampoco va a modificar nada. Ellos van a ser número uno igual si siguen jugando así. La realidad es que admiro el tipo de juego que están llevando a cabo, es divertido verlos. Pero cuando llegue el momento veremos cómo se los para. Ahora tenemos que seguir mejorando y desarrollando nuestro juego. A mí no me preocupa, quizá a alguno de mis compañeros o a Pop sí, aunque no lo creo.
Ahora tenemos unos días duros, porque nos vamos a enfrentar con Brooklyn y después un back to back con Detroit, que es durísimo de visitante. Y después tendremos en casa a Cleveland. Así que serán tres partidos interesantes, en donde vamos a enfrentarnos con el mejor equipo de Este por lejos. Así que nos espera una semanita intensa.
Fuente: La Nación.
Foto: ESPN.