La fiebre de los Juegos Olímpicos se instaló en los argentinos. Prácticamente, se sienten como en casa en Río de Janeiro y han copado aquellas tierras.
La pasión y el amor por el deporte, más las bondades geográficas que regala Brasil, hacen el combo ideal para que ciudadanos de diferentes puntos de nuestro país no dudaran en vivir esta experiencia.
Y, por supuesto, son varios los bahienses ligados al ambiente basquetbolístico que volaron. Entre ellos, los entrenadores y amigos íntimos Fernando Álvarez y Emiliano Roldán.
“Lo del viaje surgió en un asado que hicimos con el equipo de la maxi liga. Ahí, algunos chicos comentaron que se iban a Brasil. Me quedó la idea rondando en la mente y, al otro día, se la comenté a Piru (Alvarez). A la noche, me llamó diciendo que le había ‘quemado la cabeza’… Así que nuestras señoras nos dieron el okay y nos vinimos”, graficó Wizzy, actualmente sin club y de último paso por 9 de Julio y la selección bahiense en 2015.
“Llegamos el 9 y nos volveremos el 17. Estaremos en toda la fase de grupos del básquetbol, fuimos a ver a los chicos del vóleibol contra Rusia, a Las Leonas, al Dream Team contra Australia y Serbia y, también, una serie semifinal de natación donde estaba Phelps”, añadió un exultante Roldán a Gente de Básquet.
Si bien son muchas las cuestions que deslumbran en un acontecimiento de esta envergadura, tanto Roldán como Álvarez también le hacen un hueco al aprendizaje y la incorporación de conceptos.
“Los partidos que vemos sin alboroto ni la vorágine de la gente, podemos analizarlos mejor. Como, por ejemplo, lo que hizo Australia para defender la zona de EE.UU.: cortando línea de pase y con muchas cortinas por la espalda. EE.UU. prácticamente no juega a nada, es todo individualidades. De Argentina, recién cuando termina el partido por ahí hablás de algunas cosas, pero lo estamos disfrutando más que nada. De Croacia creemos que contra Argentina se equivocó en no jugar con los postes y tirar de tres”, sentenció Fernando, actual entrenador del plantel superior de Sportivo Bahiense en Segunda.
“Estamos más en la faz de hincha, gritamos como locos y se disfruta más de otro lado, sobre todo cuando vemos a Argentina. Pero cuando vimos a Estados Unidos, que no hay tanto ambiente, estás sentado y observás un poco más. Australia juega muy lindo al básquet, mueve la bola y fue el único que vi meter la pelota abajo. Se está viendo mucho juego de pick and roll”, advirtió Roldán.
Se trata de una experiencia única, a pocos kilómetros de casa, para no dejar pasar y digna de gozarla en carne propia.
“Todo esto es increíble. La verdad que uno no se lo imagina y, cuando llega, se asombra. Los estadios son impactantes. En Barra de Tiyuca sobre todo. Nosotros no tenemos uno solito así… Ya los de Teodoro no son tan majestuosos, están pegados al ejército. Al Maracaná lo adaptaron para la cancha de vóleibol”, contó Emiliano.
“Saliendo de la cancha de hockey, hay una hora de diferencia para con Barra de Tiyuca, donde está el estadio de básquet. Y los argentinos se trasladan de un lugar a otro cantando por las calles. Te cruzás con personas de Monte Hermoso, Bahía y hasta con los chicos de Gente de Basquet”, admitió Piru.
Y nunca falta algún acto de argentinidad al palo:
“Lo muchachos que están con nosotros tenían boletos en la última fila para ver a EE.UU, arriba del todo. Pero se empezar a colar, a colar y a colar. Terminaron detrás del banco de EE.UU sacándose fotos con Durant, Irving… Tienen videos hablándole a Anthony. ¡Bien de argentino! (Risas)”, completó Alvarez.
La visión técnica bahiense en los actuales Juegos de Río.