9 de Julio no se detiene

Ya no sorprende ver a 9 de Julio salir airoso de la Liga U15. Esta vez, el equipo conducido por Gustavo Munafo cerró de forma invicta el cuadrangular de cuartos de final a nivel nacional -que organizó- y se metió en las semifinales.

Riojano (La Rioja), Regatas (Mendoza), el otro clasificado, y Jorge Newbery (Patagones) sufrieron el prolijo andar del equipo bahiense, que en la próxima etapa deberá enfrentar a Lanús, Petrolero de Plaza Huincul e Inca Huasi de San Juan.

La sede se licitará este miércoles y el cuadrangular irá del 5 al 7 de octubre. Solo un equipo, el mejor, se meterá en el Final Four.

Pasó la etapa local, que se jugó en junio último en el Casanova. Luego, hizo pata ancha en el Provincial, quedándose con el segundo puesto y el pase a la instancia nacional. Esta vez, 9 de Julio ganó de forma categórica la etapa nacional de cuartos de final y se metió en el selecto grupo de los mejores 16 del país.

«No lo imaginábamos; sabíamos que íbamos a hacer un buen papel pero los resultados a veces no tienen mucho que ver… los cruces, un mal partido, las lesiones, nunca sabés cómo puede resultar todo pero teníamos idea de estar al nivel de la competencia y que sea lo que Dios quiera. La verdad que clasificar fue una alegría enorme para los papás, para los chicos, para mí, para todo el club», contó Gustavo Munafo.

El entrenador guió a Nicolás Alomar, Iván Prost, Lautaro Ortíz, Matías Domínguez, Agustín Serafini, Facundo Slonimsqui, Lucas Buszano, Franco Hermosilla, Emmanuel Paredes, Francisco Anaya, Federico González y Bruno Rodríguez, quienes integran el plantel de «9».

El duelo inicial, contra Riojano, se resolvió rápidamente. Liderado por Agustín Serafini, 9 de Julio inició el juego 13-0 al frente, permitiendo los primeros puntos de su rival recién a 5m42 del 1C y el primer gol de campo a 1m58 (17-5).

A partir de allí, todo fluyó para el local, que corrió muy bien la cancha, se dedicó a ampliar el margen y, más tarde, a cuidar piernas para el resto del cuadrangular.

La segunda jornada terminó siendo definitoria para 9 de Julio, ya que venció a Regatas, el rival más duro, y se aseguró la clasificación.

El primer tiempo fue parejo, aunque siempre con «9» a la cabeza más allá de la buena condición física y la presión ejercida por los mendocinos. Aunque en el complemento los dirigidos por Munafo lograron un parcial de 9-0, con doble clave de Serafini (5m51) en el 3C, que le permitió llegar al desenlace en ventaja y alcanzar una máxima de 18 unidades: 66-48, a 7m26 del cierre, con bandeja de Slonimsqui.

«Pagamos un poco el precio de no haber sufrido nada en el primer partido y haber entrado un poco confiados, pensando que era un partido que se iba a resolver en el primer tiempo y que nosotros después lo íbamos a poder manejar y no fue así. Fue un partido muy duro porque Regatas es un equipo que juega muy bien, ofensivamente son muy ordenados, corren bien la cancha, tienen dos o tres jugadores muy interesantes en lo individual y defensivamente están bien atléticamente y físicamente entonces nos costó mucho destrabarlo. Cuando pudimos correr la cancha, que es el fuerte nuestro, pudimos hacer un poco de diferencia y después lo administramos», explicó el DT.

Ya con el pase asegurado, el último compromiso simplemente le entregó al local el sello de invicto. El 22-9 del 1C hizo más llevadero el encuentro para 9 de Julio, que repartió minutos y puntos y dio rienda suelta a los merecidos festejos.

«Si bien somos parejos, no tenemos ese jugador desequilibrante que en los momentos donde está trabado pueda resolver de forma individual. A veces eso es positivo porque hace que el equipo juegue más, sea más ordenado, más colaborador, voluntarioso, tanto en ofensiva como en defensa, pero también a veces hace que cueste más destrabar un partido. Pero bueno, a mí me gusta más esta forma de jugar porque nos da un poco más de variantes y podemos usar más cantidad de jugadores», analizó el entrenador, ya pensando en la próxima etapa.

«Jugar de local es clave. Este tipo de torneos que son muy comprimidos en tiempo, si vos no le sumás ninguna hora de viaje de colectivo y los chicos comen en su casa y duermen en su cama eso te da un plus físico que jugando estos torneos tan comprometidos desde lo físico te da un plus. Creo que eso influye mucho. Estoy seguro que no hay 40 puntos de diferencia entre nosotros y Riojano. Pero ellos viajaron 15 horas en colectivo, llegaron al mediodía y jugaron a las nueve de la noche. En el segundo tiempo no podían mover las piernas. Eso hace que uno saque una diferencia que capaz es irreal. Eso en un torneo corto se siente mucho y jugar de local es clave. Pero se hace lo que se puede. A veces se podrá licitar y a veces no», completó Munafo.