En este receso de actividades, dentro del ámbito local, David Pineda protagonizó uno de los más trascendentales pases del verano. En realidad, ni lerdo ni perezoso, El Nacional fue raudo a la caza del zarateño en cuanto trascendió que Estudiantes ya no lo tendría en sus planes. Entonces, con su incorporación abrochada, la continuidad asegurada de Lucas Chaves y Octavio Cancellarich, más el grupo de juveniles, puso proa hacia su inmediato retorno al círculo máximo.
Aunque, con esto no se conforman. Con lo cual, el DT Juan Andrés García y compañía continúan pispeando el mercado atentos a qué pueden arrimar para reforzar la tropa. Claro, el 11 de septiembre de este 2019 la institución celeste celebrará su centenario de existencia y la pretensión es festejarlo con una sonrisa de oreja a oreja. ¿Irán en búsqueda de Juani Reiner y un pivote?
Apenas un vuelo rasante.
Ese es el objetivo que se propuso El Nacional para este 2019, de cara a su paso por el segundo escalón del ámbito doméstico.
Apunta a que su permanencia en el certamen de ascenso sea efímera, sustentada también con la mochila que engloba tratarse de un año especial para la institución, teniendo en cuenta que el venidero 11 de septiembre estará celebrando su primer centenario.
Con lo cual, sacudiéndose la bronca de haber perdido la categoría y asimilado el mal trago, la dirigencia se juramentó volver a ser de Primera cuanto antes. Por ello, vislumbra una temporada positiva en el horizonte, con el sueño de desembocar en el retorno al círculo máximo doméstico.
Así las cosas, El Nacional miró para adelante y comenzó con el armado del rompecabezas: su nuevo plantel.
Primeramente, mantuvo en el cargo al eterno entrenador Juan Andrés García. Después se aseguró nada menos que a su joyita Lucas Chaves -pretendido por varios equipos de primera división- y también le renovó a Octavio Cancellarich.
Luego, se mantuvo con las antenitas paradas y los ojos bien abiertos para observar cómo se movía el mercado veraniego.
Allí se animó a tentar a un David Pineda que había sido descartado por Estudiantes y que, temporadas atrás, ya había ocupado un lugar en la carpeta del celeste.
«La verdad es que me sedujo la propuesta de El Nacional. No tenía pensado bajar a Segunda, pero es un buen y lindo desafío el de tratar de ascender justo en los 100 años del club», le manifestó Pineda a Gente de Básquet.
«Trataré de aportar toda mi experiencia y mi juego al equipo. Al igual que los otros jugadores, haremos todo lo posible para ayudar a que el club concrete su anhelo de subir a Primera», añadió el ala-centro nacido el 17 de mayo de 1981 (37 años).
«Estuve viendo algo y escuchando sobre lo que es Segunda y sé que este año estará mucho más competitivo, ya que se suman Bahía Basket y los de Punta Alta (Ateneo y Pellegrini). Va a ser una linda competencia», auguró quien también tendrá de compañeros a Alan González, Mariano Blanché, Emiliano Arteaga, Fausto Depaoli y Fermín Garmendia.
El zarateño arribó a nuestra ciudad en el invierno de 2006, para defender la casaca de Napostá durante cuatro meses. En 2007 repitió la experiencia en la avenida Alem y volvió a emigrar.
Un par de años después Villa Mitre fue a la carga por Pineda, siendo ininterrumpida su presencia en Bahía Blanca desde ese entonces. En el tricolor fue multicampeón, varias veces galardonado como el mejor jugador, aquí formó su familia y pasó las últimas dos temporadas en Estudiantes.
Significará su primera experiencia en el certamen de ascenso bahiense.
«Me tendré que adaptar a la competición y así aportar lo máximo posible, siempre tirando para adelante. Con Juan (García) todavía no hablé para conocer su propuesta y saber qué es lo que pretende de mí. Pero, seguramente, lo charlaremos bien en estos días y enseguida nos pondremos a trabajar», sentenció Pineda, pronto a encarar un nuevo reto en su carrera basquetbolística.
Esta vez, con la casaca celeste de El Nacional.