En Barquisimeto (Venezuela), un grupo de chicos con la camiseta de Bahía Basket está por colonizar tierras americanas. Promedia apenas 24 años y ya marginó de la Liga de las Américas al que nadie podía batir: Fuerza Regia (México), por 74 a 65. Hubo altísimo nivel de Redivo y Johnson, gran acompañamiento de Vaulet y Fjellerup y dos bombazos cruciales de Martín Fernández. Este sábado, a partir de las 20.30, deberá pasar al anfitrión Guaros de Lara para quedar perpetuado en la historia basquetbolística de la ciudad.
Excelso. Majestuoso. Grandioso. Excepcional. Genial.
Ya casi no existen adjetivos calificativos para describir lo que nos regala Bahía Basket en la actualidad. Los capítulos dorados y, probablemente, irrepetibles que está plasmando para la posteridad carecen de antecedentes y nos permiten dimensionar este presente.
Porque con un plantel que promedia 24 años de edad, ayer volvió a clasificarse a otra final continental en apenas dos meses. No pudo sellarla de la mejor manera en la Liga Sudamericana frente a Mogi Das Cruces, pero ello no lo desanimó y apostó a más, concretando parte de su sueño al superar a Forza Regia (México) que venía invicto en la competencia.
Fue por 74 a 65, en el Domo de Barquisimeto (Venezuela), haciéndose acreedor al pasaporte que lo depositó en el partido definitorio buscando al mejor equipo de la Liga de las Américas 2017. A su rival en la finalísima de hoy, a las 20.30, lo conoció un par de horas después de firmar otra epopeya para el básquetbol de nuestra ciudad: será el local Guaros de Lara, que se desembarazó de Leones (Puerto Rico) por 100 a 87.
Ellos son un gran equipo, saben jugar y la clave estuvo en nosotros, en no perder la cabeza y sobre todo la energía. Estamos muy contentos, todavía no caemos en la realidad. Hay que disfrutarlo y tratar de descansar para bajar las revoluciones y pensar en el partido de mañana (Lucio Redivo)
La contienda la inició mejor Fuerza Regia, con Panko haciendo punta en ataque (6-4).
Aunque, lentamente, Bahía se fue acomodando y mediante Johnson y Juampi Vaulet revirtió la situación (6-11). Su lunar comenzaba a ser la ineficacia en la línea de tiros libres (1-5).
Algunos desaciertos permitieron la reacción mexicana vía Hernández y Girón (14-15), aunque Maxi Fjellerup acertó 2-3 t1 y el bahiense se apropió del 1ºC por 17-12.
El envión de Bahía nacido en las postrimerías del cuarto abridor, la trasladó a la primera mitad del 2ºC, cuando Lucio Redivo sacó a relucir su papel protagónico por primera ocasión y a su manera, siendo letal: doble+doble+triple+triple. Así, el conjunto de nuestra ciudad abrazó su máxima de 29-14, con 6m06s para llegar al ET.
De ese gran pasaje bahiense, inmediatamente se pasó al mejor momento mexicano: racha de 12-0 en menos de cuatro minutos que lo devolvió al partido (26-29).
El celeste, de algún modo, supo capear ese vendaval de puntos norteamericano con otro doble de Redivo y la combinación de 3-4 t1 entre Johnson y Ramos. Ello le dio un rédito de 6, camino a vestuarios (28-34).
No obstante, Sepo Ginóbili se sintió preocupado por el pobre porcentaje de los suyos en triples (22%, 2-9 ) y simples (50%, 8-16).
La reanudación y el desarrollo del tercer acto le fueron favorable al equipo de la ciudad, excepto en la recta final.
Bahía se mantuvo seguro y concentrado en ambos costados, sosteniendo la ventaja adquirida por acciones de Redivo (bomba y doble), Vaulet y ofensivo más gol de Johnson: 31-39, 37-49 y 42-51.
Aunque Fuerza Regia resucitó en los minutos siguientes vía Parada, Hernández y Glynn, permitiendo mantenerse con vida de cara al segmento definitorio (47-51).
Es más, en 18s del 4ºC los mexicanos estiraron a 12-2 su resucitación, para situarse a apenas un doble: 49-51.
Resultó ser uno de esos baches que Bahía suele atravesar dentro de un mismo cotejo. De éste, salió a flote con el desenfado de Fjellerup, acción de 2+1 de Johnson y dos más que valiosos bombazos de Martín Fernández, para distanciarse 66-57, con 5m25s en el reloj.
En lo sucesivo, se produjo otro bajón argentino y más que peligroso repunte mexicano, con Glynn endiablado y Akindele desafiando a Johnson: parcial de 8-0 y alarma encendida a 2m16s del epílogo (65-66).
Tras desaciertos por ambos bandos, Rivera falló su lanzamiento a media distancia a 1m30s y en respuesta a ello, Anthony se disfrazó de «Magic» Johnson para filtrar una bola punzante hacia Vaulet que le otorgó oxígeno a 1m19s (65-68).
Pese a ser un grupo más hombruno y curtido, Fuerza Regia no supo sacarle el jugo a sus ofensivas. De hecho, restando 50s8/10, Rivera le quitó la mirada a la bola y ésta se le escapó sobre el lateral, regalándole la posesión a Bahía, todavía arriba por 68-65.
Posteriormente, los de Ginóbili sí contaron con la sabiduría para no dejarlo escapar: 2-2 t1 de Redivo a 34s2/10, Fuerza Regia volvió a perderla por fondo de cancha, Cortés frenó a Fjellerup (2-2 t1) y la última también la recuperó Bahía para que Levy se fuera solitariamente a volcar las máximas ilusiones de los suyos en su primera experiencia lejos del país.
Fue victoria (74-65), avance a la final y quita del invicto de Fuerza Regia.
Hoy, el anhelo es llegar al techo de América. Para ello, hay que poder con los anfitriones Guaros de Lara, en un estadio que emulará a una olla presión.
¿Y? Nadie le quitará el sueño a Bahía de conquistar América.
Síntesis | LDA – Final Four – Semifinales
Fuerza Regia 65: Carlos Rivera 0, Andrew Panko 12, Juan Toscano 10, Héctor Hernández 8, Jeleel Akindele 4, (FI); Jordan Glynn 15, Cristian Cortés 5, Aaron Fuller 2, Adam Parada 7 y Gabriel Girón 0. DT: Paco Olmos.
Bahía Basket 74: Máximo Fjellerup 12, Lucio Redivo 23, Juan Pablo Vaulet 12, Jamaal Levy 4, Anthony Johnson 14, (FI); Jerel Blocker 0, Facundo Corvalán 0, Hernán Jasen 2, Martín Fernández 6 y Ariel Ramos 1. DT: Sebastián Ginóbili.
Parciales: 12-17, 28-34 (16-17), 47-51 (19-17) y 65-74 (18-23).
Arbitros: Roberto Vázquez (Puerto Rico), Julio Anaya (Panamá) y Gonzalo Salgueiro (Uruguay).
Estadio: Domo Bolivariano de Barquisimeto (Venezuela).
Fotos: FIBA Américas.