Patricio Sangineto (45 años) es el actual entrenador de Puerto Comercial en segunda división. Hace diez días, salió airoso de una riesgosa intervención quirúrgica -que se extendió durante 12 horas- con abertura de tórax y corazón, debido a la obstrucción de cuatro arterias. Ahora tendrá un par de meses de sumo cuidado y pocos esfuerzos. Una noticia que sorprendió y trascendió rápidamente en el ámbito local. Momentáneamente, en la dirección técnica lo sucederá Ramiro Riviere. “En cualquier momento me infartaba”, indicó Pato, de rápida y positiva rehabilitación. Sueña con estar en el banco cuando reciban a Whitense, por la quinta fecha.
Una intervención de alta complejidad debió atravesar Patricio Sangineto, en la primera semana de marzo.
El actual director técnico del plantel superior de Puerto Comercial debió someterse a una operación de tórax y corazón abierto, para reparar cuatro válvulas que exigían máxima atención. La misma se extendió por espacio de doce horas, aunque Pato las atravesó sin dificultades y con asombroso postoperatorio.
“En diciembre empecé a hacerme estudios cardíacos porque me agarró un dolor en el pecho. Aparte, tengo antecedentes familiares, ya que mi hermano falleció por algo relacionado al corazón”, sostuvo el DT de 45 años, ya en su hogar.
“Dejé de fumar hace más de un año, pero en los estudios saltó que tenía tres arterias muy tapadas y la única solución era la de operar. No había otra. Tardé en operarme porque la obra social dio muchas vueltas, así que recién el 7 de marzo entré a quirófano. Si bien era algo ‘programado’, tampoco iba a andar con un cartelito que diga: ‘Che, me tengo que operar del corazón’. Cuando surgió, surgió… Después se iban a enterar todos”, explicó Sangineto, de buen ánimo y talante.
“En el club ya lo sabían. De hecho, empecé la pretemporada, pero corté el viernes 3 y me interné el lunes 6. Gracias a Dios salió todo bien. Al final, me tuvieron que destapar cuatro arterias en lugar de tres. Estaba complicadito. Me dijeron que era una bomba de tiempo. En cualquier momento me infartaba”, admitió Pato.
-Pero si ya habías dejado de fumar, ¿cuáles eran las razones para que puedas provocar un infarto?
-Esto es algo que, generalmente, no avisa demasiado. Te podés infartar porque se te tapan y obstruyen las arterias o te puede dar un dolorcito que te haga ir al cardiólogo. Tuve suerte, no me infarté y a la operación llegué con el corazón sano, ya no comía sal, estaba flaco, bien sanito y con el corazón impecable.
-¿El daño ya lo habías hecho muchos años atrás?
-Exacto. En mi caso, las arterias se taparon producto del cigarrillo (70%) y por antecedentes familiares (30%). Perdí un hermano por un infarto. Hay 30 factores que pueden provocarlo, con que tengas dos ya hay riesgo. Puede ser obesidad, sedentarismo, estrés, tabaquismo… Mis análisis dieron perfectos: no tengo colesterol, diabetes, ácido úrico, presión arterial, había dejado de fumar, de comer sal, azúcar… Se ve que es algo que viene de hace rato. Tengo 45 años. El médico dijo que esta operación era para alguien más grande. Por un lado no está bueno que te operen de tan joven, pero por otro podés recuperarte más rápido y para todavía la vida.
-¿Te colocaron un stent (endoprótesis vascular)?
-No. El stent se utiliza para algo más sencillo, cuando hay una arteria que está un poquito tapada nomás. El stent es un catéter que infla un globito y la destapa. Esa es una cirugía mínima y te vas en el día. A mí tuvieron que abrirme el pecho a corazón abierto, cortar pedacitos de arterias de otros lados, hacer un bypass donde estaba obstruido y tengo el esternón todo cocido. Fue la operación más complicada de todas. Me atendió el doctor Schamun y después quedé a cargo de la cardióloga Santos, hermana de Guzzy. Me dijo: “Lo que no pude ayudar a mi hermano, te ayudo a vos”. Y eso me dejó súper tranquilo.
-¡Estás teniendo una buena y rápida rehabilitación!
-¡Sí! A las 24 horas ya estaba sin respirador ni medicación y a las 48 horas me sacaron de terapia. A la semana de operado ya estaba en mi casa. Es una recuperación que no lo pueden creer los médicos. Ahora estoy caminando 35 minutos por día, no corridos, sino en dos partes y cero reposo, porque sicológicamente te mata. Me siento bárbaro. Lo que sí el esternón tarda dos meses en sellar, porque te lo abren con una sierra para llegar al corazón.
-Entonces debés tener algunos cuidados especiales…
-Claro. No puedo hacer esfuerzos, usar mucho los brazos, necesito de una persona para levantarme, no puedo hacer absolutamente nada de fuerza por 60 días, mínimo. ¡Te paran el corazón en la cirugía! ¡Sabés el c… que tenía! Pensaba: “a ver si me paran el motor y no arranca» (Risas). La operación duró 12 horas. Estaban todos asustados porque me habían dicho que eran alrededor de seis, pero debieron hacer un bypass más que les llevó tiempo y no estaba previsto.
-¿Cómo continúa tu relación con Comercial y el básquet?
-Actualmente me reemplaza Ramiro Riviere, que es el DT del Sub 23. También es jugador de Segunda, pero no va a jugar por el momento.
-¿O sea que hay que creerte que no vas a aparecer por las canchas?
-Creo que para la quinta fecha que recibimos a Whitense, voy a estar. Sería en los primeros días de abril. No voy a andar a los manotazos ni a los gritos, pero al menos estaré sentado dando instrucciones.
-¿Le avisaste al plantel que no te haga renegar mucho este año?
-(Risas) Sí. Igual, este año tengo un Dream Team comparado con el del año pasado. Trajimos a cuatro chicos, siendo cero el presupuesto.
-¿Cuál sería tu formación base ideal?
-Saldría con Matías Fernández, que es el base que en 2015 jugó en Whitense, después Martín Godoy, recuperamos a Juan Pablo Babino, Achaerandío y Julito Giménez. Pero puede haber cambios porque llegó Mastrandrea de Velocidad, también Joaquín Mercado que hizo las menores en Estudiantes, más los Sub 21 del año pasado. Está entrenando Lucas Vinderola, pero sin la idea de jugar por ahora. Ya sé cómo son las cosas en Comercial y los dirigentes me pidieron una mano. Se está queriendo ordenar la cosa. Es más, no sé si no voy a ver el primer partido, voy a preguntarle a la doctora. Pero no sé, porque me vuelvo loco…
¡Tranquilo Pato! El año es larguísimo y lo primero es la salud. Ya tuviste tu premio en este 2017.
¡A cuidarse!
Foto: Mauro Giovannini.